Denilson, Oliveira, Edu y Assunção, cuatro jugadores brasileños campeones de Copa en 2005 y quienes mejor rendimiento ofrecieron en el Real Betis de entre los futbolistas de su país.

HISTORIA | Brasil en Heliópolis

El Real Betis cuenta desde 1958 con jugadores de este país, entre los que destacan los nombres de Denilson, Assunção, Edu y Oliveira, todos ellos campeones de Copa en 2005.

Por Manolo Rodríguez

El Real Betis ha fichado este verano a los jugadores Luiz Henrique y Luiz Felipe, dos importantes refuerzos brasileños, que, en realidad, serían tres si añadimos la adquisición en propiedad de William José, quien la pasada campaña ya actuó en calidad de cedido en el equipo verdiblanco. Una ambiciosa apuesta que vuelve a poner de manifiesto que el fútbol carioca es uno de los principales abastecedores de futbolistas del conjunto de Heliópolis.

De hecho, Brasil es el segundo país extranjero desde el que ha llegado un mayor número de fichajes béticos, sólo superado por Argentina, que continúa siendo el líder de este ranking en el que ya a mucha distancia les siguen otros países como Portugal y Uruguay.

Con las contrataciones del delantero Luiz Henrique y del defensa Luiz Felipe (este último internacional con Italia) son ya 27 los jugadores brasileños que se comprometieron con el Real Betis en algún momento de la historia a partir del año 1958, fecha en la que están datadas las primeras incorporaciones de jugadores de esta nacionalidad.

El primero en llegar fue Wilson Moreira, delantero del Vasco de Gama, quien con 23 años ya era un auténtico crack en su país. Fichó por un Betis recién ascendido y en su única campaña con la camiseta verdiblanca dejó una excelente imagen. Después, se fue para no volver y durante un año mantuvo un duro pulso con el club.

A continuación, recaló en Heliópolis Emílson Pessanha, volante de 26 años que procedía del Internacional de Porto Alegre, pero que no llegó a debutar con el Real Betis. Nunca le gustó al entrenador de entonces, Antonio Barrios, y al poco se marchó cedido al Sabadell, desde donde retornó a su tierra de origen.

A estos nombres iniciales les han seguido en los últimos 64 años otros 25 futbolistas nacidos en Brasil, algunos de ellos muy presentes en el recuerdo de los aficionados, y cuya relación cronológica es la siguiente:

Liert da Silva (1962/64)

Denílson de Oliveira (1997/05)

Rafael Jacques (1998/99)

Andrei Frascarelli (1998/00)

Fabao Alves (2000/01)

Marcos Assunção (2002/07)

Ricardo Oliveira (2004/06-2008/09)

Luís Eduardo Schmidt (2004/09)

Robert da Pinho (2005/07)

Diego Tardelli (2005/06)

Rafael Sobis (2006/08)

Jorge Wagner (2006/07)

William Lima (2007/09)

Mehmet Aurelio (2008/10)

Iriney Santos (2009/12)

Roversio Rodrigues (2010/11)

Paulao Afonso (2011/14)

Leo Baptistao (2013/2014)

Petros Matheus (2015/2017)

Leandro Damiao (2015/2016)

Sidnei Rechel da Silva (2018/2021)

Emerson Royal (2018/2021)

William José (2021-)

Luiz Henrique (2022-)

Luiz Felipe (2022-)

Los casos singulares

De entre todos estos jugadores, hubo algunos casos singulares que merecen ser repasados antes de entrar en las estadísticas más propias del fútbol y sus circunstancias.

Por ejemplo, el de Andrei Frascarelli, defensa que vino al Betis desde el Atlético de Madrid en 1997 y que no llegó a jugar ni un solo partido con la camiseta verdiblanca, a pesar de que costó 700 millones y fichó por 6 temporadas. Casi desde el primer día se convirtió en una fuente inagotable de problemas, protagonizando dos sonoras espantadas que dieron mucho que hablar en aquel tiempo.

Controvertida también fue la salida del club del zaguero William Lima, quien se lesionó de gravedad en 2009, manteniendo desde ese momento un duro contencioso con la entidad hasta que la FIFA determinó la rescisión de su contrato.

Otro dato de interés es que el centrocampista Mehmet Aurelio, nacido en Río de Janeiro como Marco Aurélio Brito dos Prazeres, llegó al Real Betis en 2008 con la nacionalidad turca, la cual había adquirido en 2006. En la selección otomana jugó 20 partidos, disputando incluso la Eurocopa de Austria y Suiza del año de su fichaje.

Y señalemos, asimismo, que hasta 8 de los futbolistas brasileños fichados por el Real Betis lo hicieron en el llamado mercado de invierno. En concreto, los delanteros Rafael Jaques, Robert da Pinho, Diego Tardelli, Leo Baptistao y Leandro Damiao y los defensas Paulao y Emerson. Y a ellos hay que sumar, asimismo, al gran Ricardo Oliveira, que llegó al Betis en el mercado de invierno de la temporada 2008/09, aunque ya en su segunda etapa en el club, la que inició, como se sabe, marcando un gol en Nervión que le dio la victoria al equipo verdiblanco.

La campaña en la que más brasileros jugaron en el Real Betis fue la 2006/07 en la que compartieron alineaciones Marcos Assunção, Luís Eduardo Schmidt, Robert da Pinho y Rafael Sobis, todos ellos titulares indiscutibles y firmando 24 goles entre los cuatro.

Denilson, Assunção, Edú, Oliveira

El jugador brasileño de más largo recorrido en el Real Betis ha sido, sin duda, Denilson de Oliveira, quien fichó por el club verdiblanco en 1997, aunque permaneció cedido en el Sao Paulo y su incorporación a la disciplina verdiblanca se retrasó un año.

Su traspaso fue el más caro de la historia, pagando el Betis 5.300 millones de pesetas, a los que deberían sumarse otros 6.000 que cobraría Denilson en las 11 temporadas de contrato que le atarían a la entidad verdiblanca. Y para que no faltara nada, la cláusula de rescisión también reventó el mercado: 65.000 millones de pesetas.

Denilson disputó con la camiseta verdiblanca 207 partidos, marcando 15 goles, y aunque su rendimiento no fue todo lo brillante que se esperaba, la afición le guarda un cálido recuerdo y una innegable estima. Estuvo en la plantilla que ganó la Copa de 2005 y es el único futbolista en la historia que se ha proclamado campeón del mundo (2002) militando en el Real Betis.

Mejores son los registros estadísticos que presentan otros dos futbolistas de culto en el Betis contemporáneo: Assunção y Edú. El primero, por sus 187 partidos jugados y, sobre todo, por sus lanzamientos de falta. Por esos golpeos prodigiosos que levantaban la pelota por encima de las barreras y después la hacían caer cargadas de fuerza y precisión.

Marcos Assunção fue un excelente jugador, alegre en la creación y duro cuando era menester. Permaneció 5 temporadas en el Villamarín, hizo 26 goles y levantó la Copa de 2005. Siempre le estaremos agradecido por las emociones que provocaba su pierna derecha y su particular liturgia al tirar las faltas.

Como rendido estuvo siempre el beticismo al "príncipe" Edú. Otro campeón de Copa en 2005 que hizo vibrar a las tribunas por sus llegadas al área contraria, por su enorme compromiso, aunque le chorreara la sangre por la camiseta, y por la profunda honestidad con que siempre defendió los colores verdiblancos, incluso en los años en los que ya palidecía el brillo del equipo y de la entidad. Un futbolista de entrega absoluta y un goleador rotundo que se alineó en 159 encuentros y firmó 40 goles.

Y para completar este póker de brasileños ilustres hay que mencionar de nuevo al formidable Ricardo Oliveira, muy particularmente al de la primera campaña, aquella 2004/05 que trajo un título y la única clasificación por la Champions. Su eficacia ante el gol, su zancada imparable, su rapidez y sus desmarques, son evocaciones mágicas de un tiempo feliz. Como en sentido contrario, sigue doliendo su grave lesión contra el Chelsea. Una desgracia que, sin duda, marcó la temporada 2005/06 y, posiblemente, toda una época.

Luces y sombras

Más allá de este cuarteto fundamental, ha habido otros jugadores brasileños que también deben ser mencionados y valorados. Por ejemplo, la significativa aportación goleadora de Robert da Pinho, cuando llegó para ocupar el enorme vacío provocado por la ausencia de Oliveira (61 partidos y 17 goles en 1 campaña y media), y, asimismo, el esforzado trabajo de futbolistas como Iriney (109 partidos y 3 goles en 3 temporadas) y Petros (66 partidos y 2 goles en 2 campañas), tenaces luchadores del mediocampo que siempre le dieron al equipo firmeza y competitividad.

Extraordinaria fue la progresión de Emerson Royal desde su fichaje en enero de 2019 (79 partidos y 8 goles en 2 temporadas y media) y valorables, asimismo, las aportaciones de los centrales Paulao Afonso (67 partidos y 3 goles también en 2 temporadas y media) y Sidnei Rechel (64 partidos y 3 goles en 3 campañas)

Más debimos verle a un futbolista con tanta calidad como Rafael Sobis (apenas 9 goles en 63 partidos en 2 campañas) y siempre nos quedará la incógnita de saber si Mehmet Aurelio (59 partidos y 6 goles en 2 temporadas) hubiera ofrecido mejor rendimiento en el caso de que lo hubieran respetado las lesiones.

En el lado de las decepciones, algo encontramos en los casos de Liert da Silva, Diego Tardelli, Jorge Wagner, Leo Baptistao o Leandro Damiao. Futbolistas que pasaron con más pena que gloria por el Villamarín, a pesar de que sus fichajes trajeron unas expectativas que nunca pudieron confirmarse.

Ahora, el presente y el futuro es de William José (ya con 44 partidos y 11 goles) y de los recién llegados Luiz Henrique y Luiz Felipe. Ojalá que el fútbol de cada uno de estos jugadores brasileños venga a enriquecer la plantilla verdiblanca y permita que el Real Betis consolide el título conseguido este último año y siga aspirando a cotas cada vez más altas.