Vidakovic, en su presentación como futbolista del Real Betis. (Haz click para ampilar la foto)

El Perfil: Risto Vidakovic

El exjugador del Real Betis cumple hoy 48 años

El serbio Risto Vidakovic fue un excelente defensa que perteneció al Real Betis durante seis temporadas y que formó parte de aquella poderosa escuadra verdiblanca de mitad de los noventa que disputó competiciones europeas y le devolvió la alegría a los aficionados de Heliópolis.

Nacido en Sekovici el 5 de enero de 1969, Vidakovic fichó por el Betis en el mes de junio de 1994. Procedía del Estrella Roja de Belgrado y contaba con 25 años de edad. Al Betis le costó su traspaso 102 millones de pesetas.

Risto Vidakovic no era muy conocido en nuestro país, pero había sido objeto de deseo de varios equipos nacionales que pujaron por sus servicios durante ese verano.

Y enseguida acreditó el por qué de tanto interés. Elegante y rápido, seguro y contundente, se erigió desde el principio en titular de aquel gran equipo que dirigía Lorenzo Serra. Se ganó la admiración de los aficionados y le dio consistencia a una zaga en la que compartió línea con otros futbolistas tan destacados como Juan Ureña, Roberto Ríos o Juan Merino.

En la temporada siguiente disputó con el Betis la Copa de la UEFA y en las campañas siguientes mantuvo una excelente línea de rendimiento. En el ejercicio 1997-98 defendió la camiseta verdiblanca en la Recopa de Europa, pero sufrió una grave lesión que lo mantuvo alejado de los terrenos de juego casi durante dos años.

Retornó al equipo el 9 de enero de 2000, en un encuentro contra el Numancia, pero ya nada volvió a ser igual. Esa temporada apenas jugó 14 partidos y concluyó con el descenso del equipo.

La campaña siguiente nació torcida desde el principio para Risto Vidakovic. El máximo accionista del club lo responsabilizó directamente de ser uno de los causantes del 'motín de Mérida', mientras que el futbolista acusaba al dirigente de deberle importantes cantidades y de haberse negado a que lo traspasaran al Girondins de Burdeos.

Se enconaron las posturas y el jugador fue despedido, fichando a continuación por Osasuna, que militaba en la Primera División, donde jugó esa temporada 20 partidos.

Así se le ponía punto y final, en septiembre de 2000, a una brillante etapa que había durado seis años. Desde entonces se recuerda a Risto Vidakovic por su calidad al sacar la pelota jugada, su brillante conducción del balón, su velocidad en los cruces, su exactitud en las coberturas, pero, sobre todo, por su elegancia al verlo cruzar el campo con la cabeza alta y el balón en los pies.

Su carrera futbolística concluyó en el Poli Ejido y posteriormente inició una andadura como entrenador que lo llevó al banquillo del filial del Real Betis en 2011. Previamente había sido segundo entrenador de la selección de Serbia y del Real Murcia y más tarde dirigió al Écija y al Cádiz.

Sus últimas experiencias como técnico han sido en Honduras y Filipinas.