Tohoku Crossing llega a su final de travesía, junto a la estatua de Hasekura Tsunenaga, en Sendai

Última etapa del proyecto deportivo y culturalpatrocinado por el Real Betis Balompié

El proyecto Tohoku Crossing ha llegado a su fin en la ciudad de Sendai, junto a la estatua de Hasekura Tsunenaga. Finaliza así una travesía de 9 días y 300 km, que comenzó en Tokio el pasado 5 de noviembre y que ha recorrido tres prefecturas: Fukushima, Iwate y Miyagi; 300 km a través de los cuales la expedición de Coria del Río ha llevado dos mensajes al pueblo japonés. Por un lado, rendir homenaje a las víctimas del tsunami de 2011. Por otro, dar a conocer las relaciones culturales existentes entre Japón y Coria del Río, especialmente el apellido “Japón” que llevan más de 700 personas en Coria del Río y otros lugares del entorno sevillano. Este proyecto ha contado con el patrocinio del Real Betis Balompié.

Muy emotiva fue la jornada de ayer, que discurrió íntegramente en Ishinomaki, localidad costera fuertemente castigada por el tsunami. El punto de partida se determinó precisamente en un monumento en memoria de las víctimas, en la zona devastada, levantado por uno de los afectados, el señor Kurosawa, en la misma parcela donde él tenía una tienda de sanitarios, de la que hoy sólo quedan los canales del desagüe. En ese mismo lugar se levanta un poste con una placa a la altura exacta de 6,9 metros; es la altura a la que llegó el agua.

El final de esta penúltima etapa tuvo otro lugar muy significativo: el museo San Juan Bautista, donde existe una réplica del barco (del mismo nombre) que hizo posible la gesta de la Embajada Keicho. Allí, la expedición se encontró con el Sr. Tsunetaka, descendiente directo de Hasekura Tsunenaga. Ya por la tarde, los miembros de la expedición se reunieron con el sr. Kameyama, alcalde de Ishinomaki, a quien trasladaron un mensaje de solidaridad y fraternidad en nombre de todos los vecinos de Coria del Río.

En cuanto a la última etapa, fueron 27 km, que Eduardo Fernández-Agüera recorrió en tres horas, con comienzo en la bahía de Matsushima, uno de los lugares más hermosos de Japón. El recorrido transcurrió, como siempre, por carreteras secundarias y caminos rurales, hasta que, sobre el kilómetro 15, Eduardo entró en la Ciudad de Sendai. Los últimos kilómetros discurrieron por calles de esta cosmopolita ciudad, la principal de la región de Tohoku, con un millón de habitantes. El coriano atravesó la ciudad por el centro hasta llegar a las inmediaciones de Aobayama Park, donde se encuentra el monumento dedicado a Hasekura Tsunenaga, punto y final de esta experiencia deportiva y cultural, que ha tenido como objetivo acercar las culturas japonesa, española y especialmente de Coria del Río.