Con Heliópolis a oscuras, los jugadores y el árbitro esperan acontecimientos antes de que se decidiera la suspensión final.

HISTORIA | Veinte años del apagón

Antes del descanso de un apasionante Real Betis-Real Madrid, el estadio se quedó a oscuras obligando a la suspensión del partido, que se reanudó un mes más tarde

Por Manolo Rodríguez

Hace 20 años cayeron las tinieblas sobre Heliópolis. Una oscuridad cerrada y espesa que obligó a suspender un partidazo que había llenado el estadio. Un episodio que aún recuerdan todos aquellos que lo vivieron y que sigue provocando tristeza y pesadumbre por la imagen que ofreció la entidad ante el resto de la comunidad futbolística. Algo que no debería haber pasado nunca y que, felizmente, no ha vuelto a suceder desde entonces.

Ocurrió el sábado 14 de septiembre de 2002, cuando el Real Madrid visitó Heliópolis. Segunda jornada del campeonato. Los verdiblancos venían de arrasar al Deportivo en Riazor y el partido reunía todos los alicientes que hacen grande al fútbol. Lleno total y expectación máxima, a pesar de que los madridistas no pudieron alinear todavía a Ronaldo Nazario, su gran fichaje de esa temporada, que aún permanecía lesionado.

Ese era el Betis al que acaba de llegar Víctor Fernández como nuevo entrenador y que se había reforzado con futbolistas tan importante como Marcos Assunçao y Fernando Fernández (actual ayudante técnico de Manuel Pellegrini), amén de los retornos de Alfonso y Arzu. Un equipo al que el técnico anterior, Juande Ramos, había clasificado para la Copa Uefa y en el que ya brillaban con luz propia algunos canteranos tan extraordinarios como Joaquín, Capi o Juanito.

El buen momento verdiblanco y la expectación natural que siempre provoca el Real Madrid hace que las gradas se vayan poblando mientras que los jugadores ultiman el calentamiento. Faltan diez minutos para el inicio del choque, previsto para las nueve y media de noche, y, de pronto, se va la luz. El estadio se queda perplejo y a oscuras. Los futbolistas vuelven a los vestuarios y muy lentamente se van recuperando las torres de iluminación. Pasada la primera incertidumbre, el partido puede dar comienzo con un cuarto de hora largo de retraso.

Arbitra el valenciano Fernández Marín y, a sus órdenes, los equipos saltan al campo con las siguientes alineaciones:

Real Betis: Prats; Varela, Juanito, Rivas, Luis Fernández; Arzu, Assunçao; Joaquín, Capi, Denilson; y Alfonso.

Real Madrid: Casillas; Salgado, Hierro, Helguera, Roberto Carlos; Makelele, Cambiasso; Figo, Raúl, Zidane; y Morientes.

Arranca, por fin, el duelo, pero a los 5 minutos parpadea de nuevo la luz; igual ocurre los 27. Pero no acaba de apagarse y, por consiguiente, se juega. Con enorme pasión y mucha calidad. En particular por parte bética que, a base de presión y coraje, le roba la pelota al Realísimo para lanzar de inmediato contragolpes letales por las bandas.

En uno de ellos, minuto 35, llega el gol del Betis. Assunçao busca a Alfonso con un balón a la espalda de los centrales, que Hierro despeja en corto. El rechace lo agarra Capi, quien dispara antes de que Helguera se le eche encima.

El júbilo recorre las tribunas y el Madrid, que dirige Vicente del Bosque, busca el empate. Se tensa el pleito y, de nuevo, a los 43 minutos, ¡llega un nuevo apagón!

Y esta vez es para siempre. La penumbra se cierne sobre el campo y Fernández Marín toma la decisión de aplazar el encuentro ante la falta de garantías técnicas de que la iluminación pueda aguantar toda la segunda mitad.

Al máximo accionista del Betis, Manuel Ruiz de Lopera, no le gusta la idea, pero, sobre todo, no le gusta lo que pueda pensarse sobre lo ocurrido. Por ello, la megafonía del estadio repite una y otra vez que los fallos del suministro son responsabilidad de la compañía eléctrica. Vamos, que la "avería es de la calle", a pesar de que todo el barrio de Heliópolis está iluminado.

Endesa-Sevillana de Electricidad, sin embargo, no deja lugar a la duda. Reacciona de inmediato y, mediante una nota pública, asegura que los apagones se deben "a un problema de la instalación interna del estadio".

Tras la suspensión, el portavoz del club, Juan Luis Aguado, y el propio Lopera explican que el primer apagón sobrevino porque el interruptor general se quemó. "El grupo electrógeno funcionó durante todo el primer tiempo, pero por una sobrecarga se produjo el segundo apagón. Los técnicos nos garantizaban luz, pero también lo hicieron en el primer apagón y no sirvió de nada. Acatamos la decisión del árbitro, que es lo único que podemos hacer".

Al día siguiente, Lopera le muestra las instalaciones eléctricas a un grupo de periodistas y proclama con solemnidad que "aquí no se ve un cable viejo. Todas las máquinas son nuevas, están en garantía y me han costado un dineral. Si la instalación fuera más vieja, habría sido una negligencia nuestra, pero no es así".

Pero explicar lo inexplicable era muy difícil. El responsable de comunicación de Endesa-Sevillana, Jesús García Toledo, volvió a reiterar que "los cortes del suministro se debieron únicamente a un fallo interno del sistema del estadio" y precisó que "el problema se habría podido solucionar si el Betis hubiese contado con un interruptor de recambio". Yendo aún más lejos, reveló que "al estadio ya no acuden operarios de la compañía durante la disputa de un partido como, de forma preventiva, se hace en todos. ¿El motivo? Lopera hace tiempo que dijo que no necesitaba ayuda ninguna, que eso de que la gente de Sevillana viera el fútbol gratis no le hacía ninguna gracia y no permitía el acceso a nuestros técnicos".

El lío de las entradas

De inmediato, y muy en su estilo, el club anunció que estaba dispuesto a canjear las entradas para el día en que se reanudara el partido, pero, en ningún caso, a devolver su importe. Algo que enseguida desautorizó la Asociación de Consumidores y Usuarios de Sevilla (FACUA). Y por si faltara algo, hasta 38 espectadores denunciaron a la entidad por no disponer de las reglamentarias hojas de reclamaciones. Incluso la Policía Local, tras confirmar este extremo, presentó igualmente otra denuncia, mientras que Juan Luis Aguado intentaba explicar que las hojas no se pudieron facilitar en ese momento "debido a las circunstancias", sin que explicara en ningún momento cuáles eran esas circunstancias.

El lío de las entradas, como cabía esperar, llegó a los tribunales y dos años más tarde, en julio de 2004, el Betis fue condenado a abonar el precio de las localidades. La sentencia del Juzgado de Instrucción número 5 de Sevilla, obligaba a la entidad a devolver el importe de sus entradas a veintidós aficionados que denunciaron al club tras el apagón. Las devoluciones a los reclamantes ascendieron a un importe total de 1.225 euros, en función de lo dispuesto en la Ley de Espectáculos y Actividades Recreativas de Andalucía.

El magistrado consideró que los diversos fallos de la instalación eléctrica del estadio "no se debieron a causas de fuerza de mayor", al tiempo que acusaba al Betis de "no actuar con la diligencia exigible a un organizador de este tipo de eventos deportivos, ni de identificar en el informe presentado las causas de la avería, ni siquiera si estaban presentes en el estadio los técnicos cualificados para solucionarla".

La reanudación del partido

Tras muchos dimes y diretes en cuanto a las fechas, el partido se reanudó el martes 8 de octubre. Entre la quinta y la sexta jornada. Calientes todavía los incidentes del derbi en Nervión dos días antes. Ese que empató a uno el Real Betis con gol de Joaquín y donde, como se recordará, un espectador saltó al campo y se lanzó encima se Prats sin que el portero viera venir a su agresor.

Los 47 minutos que quedan por disputarse del Real Betis-Real Madrid congregan a más de 50.000 personas en las tribunas y dan inicio con un bote neutral. Se juegan los 2 minutos que restaban del primer tiempo y, sin descanso, comienza la segunda mitad. A los 6 minutos empata el Madrid con gol de Raúl y eso lo lamentó todo el beticismo que, en ningún momento, se sintió inferior al conjunto del Bernabéu, en el que ya estaba por fin Ronaldo Nazario.

El Betis tardó en reaccionar. Lo hizo Denilson con una vaselina que atrapó Casillas y la jugada espoleó a los verdiblancos, que buscaron el gol por las bandas ante un Madrid que cada vez se metía más atrás.

Pero no hubo más. Empate y recuerdos del apagón. Esta vez dirigió el partido el vizcaíno Iturralde González y los equipos jugaron con los siguientes hombres:

Real Betis: Prats; Varela, Juanito, Arzu, Luis Fernández; Ito, Assunçao; Joaquín, Capi, Denilson; y Alfonso.

Real Madrid: Casillas; Salgado, Hierro, Helguera, Roberto Carlos; Makelele, Cambiasso; Raúl (Mcmananam, m. 76), Guti (Solari, m. 87), Zidane; y Ronaldo.

Por aquellas fechas, casi un mes después del apagón, los responsables del club decían no conocer aún el origen del mismo. Así lo declararon a los medios de comunicación, al tiempo que explicaron que habían recurrido a técnicos nacionales e internacionales para buscar las causas.

Sea como fuere, la imagen del Betis sufrió un importante deterioro. Como escribió el Marca en su día: "Un apagón que quita brillo a la Liga de las estrellas".