HISTORIA | Los aullidos del Lobo

El paraguayo Carlos Diarte hizo goles extraordinarios y se erigió en uno de los mejores delanteros que han vestido la camiseta verdiblanca

El paraguayo Carlos 'Lobo' Diarte ha sido, sin ninguna duda, uno de los mejores delanteros que han vestido la camiseta del Real Betis a lo largo de historia. Un atleta cercano al 1,90 de estatura, de físico privilegiado, poderosa zancada, carrera sostenida y enorme facilidad para el remate, que llegó al equipo verdiblanco en 1980 y permaneció bajo la disciplina verdiblanca durante 3 temporadas.

Su primer partido oficial con la camiseta verdiblanca lo jugó el 6 de septiembre de 1980 en el estadio de El Molinón, en el encuentro que abría aquel campeonato liguero contra el Sporting de Gijón.

Antes, sin embargo, ya había disputado el Trofeo Ciudad de Sevilla en el que los verdiblancos estrenaron la camiseta Meyba y se alzaron con el triunfo tras derrotar en la final al eterno rival en su propio campo.

Esa campaña, formando dupla con Enrique Morán, su rendimiento fue excelente y marcó un gol para la leyenda. El conseguido el 5 de abril de 1981 en el estadio Benito Villamarín ante el Athletic de Bilbao tras regatear a cuatro contrarios y clavar el balón en la escuadra.

Al año siguiente, con Moyano, Rincón y Melchor como compañeros de ataque, aumentó su número de goles y, de nuevo, firmó un tanto histórico, el obtenido esta vez ante el Sporting de Gijón en Heliópolis el 13 de diciembre de 1981 tras haber arrancado con la pelota desde su propia área.

En la temporada 1982-83 hizo el primer gol que marcaba el Real Betis en la Copa de la UEFA, tanto anotado en Lisboa en el choque de ida de la eliminatoria contra el Benfica.

Pero las cosas ya no fueron igual. Comenzaron los problemas de relación con el club y en el mes de febrero recibió una dura sanción de tres meses por una dura entrada a un jugador contrario en el partido de vuelta de la eliminatoria de Copa contra el Sevilla.

Eso determinó su marcha en el verano de 1983. Los últimos años de su vida, acosado por la enfermedad (falleció en 2011), los vivió en su casa de Valencia, refugiado en la poesía y recordando siempre que los mejores goles de su vida los marcó con la camiseta del Real Betis.