David Rivas, capitán del Real Betis, intercambia presentes con su homólogo del Etzella luxemburgués antes del inicio del partido que los enfrentó en Heliópolis.

HISTORIA | El precedente luxemburgués

En mayo de 2002 el Real Betis derrotó en Heliópolis por 4-1 al Etzella Ettelbrück en el marco del Torneo Unión Europea-Sevilla 2012

Por Manolo Rodríguez

 

El Real Betis cierra su participación en la fase de grupos de la Uefa Europa League. El principio de un camino que ojalá sea muy largo. Juega en el Gran Ducado de Luxemburgo contra el F91 Dudelange, equipo al que ya derrotó el pasado 4 de octubre en el Villamarín con un claro resultado de 3-0, en lo que fue el primer enfrentamiento del Real Betis en competición europea con un club de este país.

Sin embargo, no era exactamente la primera vez que un equipo luxemburgués visitaba el feudo bético. Existía ya un precedente contemporáneo fechado en el año 2002. Un partido del que no queda mucha memoria, como tampoco de la competición que lo acogió. Aquello que se llamó el Torneo Unión Europea-Sevilla 2012.

Tan novedoso certamen se jugó en mayo de 2002 como preámbulo de la cumbre de Estado y de Gobierno de la Unión Europea prevista para el mes de junio de ese año en Sevilla.

La pretensión era que dicho trofeo sirviera para potenciar la precandidatura olímpica de Sevilla en el año 2012 y en la misma participarían el Real Betis y el Sevilla junto a otros 14 conjuntos europeos de otros tantos países de la UE. Cada uno de los eternos rivales, en su calidad de cabeza de serie, jugaría en su campo hasta las semifinales que, como la final, se disputarían en el estadio de La Cartuja.

Ambos equipos negociaron con el Ayuntamiento las mejores contrapartidas posibles por vincular sus nombres al evento y la verdad es que alcanzaron un buen acuerdo, sobre todo, si se tiene en cuenta la importante deuda que mantenían con el Consistorio. La participación de cada equipo se valoró en 210.000 euros y la cesión de sus estadios en otros 210.000 euros. Además, cada equipo recibiría 70.000 euros por partido disputado. En el caso del Betis, al haber obtenido la clasificación para la Copa de la Uefa, su fijo por partido ascendió a 140.000 euros.

Sin embargo, la contratación de los contrincantes europeos no resultó sencilla. Los mejores tenían un caché demasiado alto; a otros directamente nos les interesó participar y algunos, como el Iraklis griego o el Salzburgo austríaco, se cayeron a última hora.

Los octavos de final se jugaron con los siguientes emparejamientos:

Real Betis- Etzella Ettelbrück (Luxemburgo)

Malmoe (Suecia) - Crystal Palace (Inglaterra)                

FC Utrecht (Holanda) - HJK Helsinki (Finlandia)     

Copenhague FC (Dinamarca)- Eintrach de Frankfurt (Alemania)  

Sevilla FC- Bohemians FC Dublin (Irlanda)

Chievo Verona (Italia)-CS Sedan-Ardennes (Francia)                   

FC Brujas (Bélgica) - Marítimo CS Funchal (Portugal)       

En el campo del Betis el torneo se abrió con el partido que disputaron el Malmoe y el Crystal Palace. Ganaron los ingleses por 2-1 y la presencia de público fue muy escasa. Se esperaba un mayor incremento del aforo en el choque que a continuación jugarían los verdiblancos.

Pero tampoco la cosa fue mucho más allá. Sólo acudieron unas 3.500 personas al estadio. Era Domingo del Rocío y aunque la afición estaba feliz porque el Real Betis se había clasificado para la competición europea en la temporada recién concluida, la situación había tornado en intranquilidad por la no renovación de Juande Ramos, el entrenador del éxito. Por ello, fue Paco Chaparro, su segundo, quien se hizo cargo del equipo.

El Real Betis debutó en el torneo a las diez de la noche del domingo 19 de mayo. Su rival fue el Etzella Ettelbrück de Luxemburgo, que saltó al campo con camiseta blanca y calzón azul. Un modesto equipo recién descendido a la Segunda División de su país. El precedente luxemburgués.

El partido tuvo poca historia. Todo lo más, la vuelta a Heliópolis del argentino Gastón Casas, quien no jugaba ante su público desde que se lesionara en Barcelona en octubre del año anterior. Se impuso el Real Betis por 4-1 (dos tantos de Estévez, uno de Amato y otro del propio Casas, el que abrió el marcador) y los mejores fueron Gudjonsson y el canterano Estévez.

Arbitró el partido el malagueño López Nieto y las alineaciones fueron las siguientes:

Real Betis: Gaspercic; Varela (David, m. 56), Belenguer, Rivas, Javi; Estévez, Calado, Castaño (Amato, m. 52), César (Diego, m. 76), Gudjonsson (Cañas, m. 52); y Gastón Casas.

Etzella: Perone; Ferron, Polfer, Grettnich (Mischo, m. 71), Ney; Mestre (Leweck, m. 77), Ferreira (Kalabic, m. 82), Federspiel, Leweck (Spogen, m. 68); Holtz y Fernandes.

Después de aquello el Real Betis, también en Heliópolis, le ganó en un partido muy duro al Crystal Palace inglés por 2-0 (goles de Benítez y Amato) y, sorprendentemente, fue eliminado en la tanda de penaltis por el Marítimo de Funchal en la primera de las semifinales disputada en el estadio de La Cartuja.

Ni el torneo pasó a la historia ni los partidos que lo hicieron posible, tampoco. Pero trajo un duelo verdiblanco contra un equipo de Luxemburgo. Algo que en su momento paso inadvertido, pero que pasados tres lustros largos adquiere notoriedad en el recuerdo.

Ahora que los sueños europeos del Real Betis pasan por el Gran Ducado.