El Real Betis, con camiseta verde, juega en Nuremberg en 1925. En la primera gira bética a Alemania, que tuvo amplio eco en la prensa germana como lo atestigua esta foto de la revista deportiva “Kampf “.

HISTORIA | El Betis vuelve a Alemania

Giras, eliminatorias continentales, Odonkor, Steinhöfer, Westermann y el frustrado fichaje de Overath, algunos de los vínculos teutones con la historia verdiblanca

Por Manolo Rodríguez

El Real Betis vuelve a Alemania. El primer país que visitó en 1925 con motivo de aquella gira pionera que es historia del club. Ese lejano viaje a tierras teutonas que protagonizaron, entre otros, nombres tan preferentes en el santoral bético como Andrés Aranda, Jesús "Manos Duras", Carlos Castañeda o Antonio Tenorio.

Cuatro décadas después tuvo lugar la segunda gira a territorio germano para jugar tres partidos amistosos. Era el mes de agosto de 1964 y el Betis vivía muy buenos días. Acababa de ser tercero en la Liga, estaba a punto de debutar (y ganar) el Trofeo Ramón de Carranza y en el horizonte se dibujaba ya su primera participación en las competiciones europeas.

Más tarde, a finales de los 70 y a mediados de los 90 llegaron las primeras confrontaciones continentales contra clubes alemanes. En 1977 para imponerse al Lokomotive de Leipzig (que en aquella época aún pertenecía a la desaparecida Alemania Oriental) y en 1995 para derrotar al Kaiserlautern.

Y recientemente, como se sabe, el Real Betis ha vuelto a enfrentarse a un equipo alemán en la actual edición de la Uefa Europa League. En concreto, al Bayer Leverkusen en la fase de grupos del torneo que ahora, en octavos de final, lo lleva a Frankfurt para devolverle la visita al Eintracht, equipo que jugó el pasado miércoles en el Villamarín y que ya espera en el Deutsche Bank Park la visita verdiblanca.

Será la primera vez que el Real Betis acuda a esta ciudad y a este estadio, ya que antes de que sobreviniera esta eliminatoria europea que tan difícil se ha puesto los verdiblancos sólo se habían enfrentado en dos ocasiones al Eintracht de Frankfurt.

Un par de lances, cuyo recuerdo más lejano data del año 1973. Fue en el marco del IV Trofeo Ciudad de La Línea y en un partido que, con la perspectiva de los años, presenta una profunda carga emotiva, ya que aquella noche en el Campo de Gibraltar defendió por primera vez la portería verdiblanca el legendario José Ramón Esnaola.  

Esta semifinal del trofeo linense hubo de resolverse a penaltis y ahí fue decisivo el mito vasco. Paró su primer lanzamiento como portero del Betis y con ello allanó el camino a la final contra Os Belenenses, la que también acabaría anotándose en la tanda de penaltis gracias a las intervenciones de Esnaola.

Muchos años después, en agosto de 2017, el Real Betis volvió a verse las caras en un encuentro amistoso contra el Eintrach de Frankfurt. Esta vez, en la ciudad balnearia de Wiesbaden, a orillas del Rin, en un bolo veraniego donde ya participaron jugadores como Pezzella, Guardado, Aitor y Camarasa, que aún siguen en la nómina verdiblanca.

Aquel partido lo ganaron los alemanes con claridad en la segunda parte y para el Betis sólo supuso un nuevo test preparatorio de cara a una temporada que fue muy fecunda, puesto que, como se recordará, en ese ejercicio los verdiblancos (dirigidos por Quique Setién) clasificaron sextos en la Liga y se hicieron acreedores a disputar al año siguiente la competición europea.

En cuanto a la vinculación de jugadores alemanes con el Real Betis sólo encontramos tres nombres a lo largo de la historia, todos ellos en épocas relativamente recientes, aunque, como explicaremos después, el nombre más sonoro pudo haber sido contratado por el equipo verdiblanco hace casi medio siglo.

 Jugadores alemanes

El primer futbolista germano en fichar por el Real Betis fue David Odonkor. Un extremo de color de origen ghanés que entró en la élite como un relámpago gracias a su formidable velocidad. Contaban que era capaz de correr los 100 metros en 10 segundos y llegó a Heliópolis después de haber sido internacional por Alemania en el Mundial de su país.

Vino en 2006 para sustituir a Joaquín, traspasado al Valencia, y el Betis debió pagarle al Borussia Dortmund una cantidad que rondó los 8 millones de euros. Tenía 22 años y debutó en un derbi en Nervión. Pero lo maltrataron las lesiones y no tuvo suerte. Estuvo en el Villamarín 5 temporadas y apenas jugó 54 partidos. Pasó campañas enteras en blanco y sólo se le recuerdan 3 goles, de los cuales, sin duda, el más importante pudo ser aquel de Salamanca en 2010, en colaboración con el portero contrario, que alargó la esperanza de un ascenso que nunca llegó.

Se marchó en 2011 y tras pasar por el Alemania Aachen y por el Hoverla Uzhgorod de Ucrania decidió abandonar el fútbol con tan solo 29 años. El infortunio había podido con este muchacho de sonrisa cordial.

El segundo jugador alemán que vistió la camiseta del Real Betis fue Markus Steinhöfer, un defensa lateral que había sido canterano del Bayern Munich, que jugó en el Eintrach de Frankfurt y que llegó a Heliópolis en 2013 tras acabar su contrato con el Basilea suizo. Contaba 27 años de edad y despertó unas expectativas que más tarde arrasó la realidad. Estuvo en el Betis media temporada y se marchó en enero de 2014 habiendo jugado tan sólo 10 partidos (6 de la Europa League, 3 de Liga y 1 de la Copa del Rey) y dejando libre una ficha y un dorsal que ocupó desde ese momento el franco-senegalés Alfred N'Diaye.  

El último futbolista teutón que por el momento ha jugado en el Real Betis ha sido Heiko Westermann. Un excelente defensa central que recaló en el Villamarín en el verano de 2015 con la carta de libertad. Tenía ya 31 años y venía de un pasado brillante en el Arminia Bielefeld, el Schalke 04 y el Hamburgo. Un buen refuerzo para la zaga de aquel Betis recién ascendido a la Primera División que era feliz por la vuelta de Joaquín y por el mediático fichaje del holandés Rafael Van der Vaart.

Una temporada estuvo Westermann en el equipo verdiblanco, donde jugó 20 partidos de Liga e incluso hizo un precioso gol en el campo del Rayo Vallecano que mereció que el diario "El Mundo" lo bautizara como "Beckenbauer Westermann" y que el Marca lo llamara "Westerbauer". Su paso por el Betis le dejó un excelente recuerdo y así lo confesó cuando en 2016 se fue al Ajax de Amsterdam, declarando en la prestigiosa revista holandesa "Voetbal International" que: "Mi etapa en el Betis fue maravillosa y fue el equipo donde redescubrí lo divertido que es el fútbol".

El contrato de Overath

 

Pero ya decíamos con anterioridad que la vinculación de jugadores alemanes al Real Betis pudo haberse iniciado mucho antes. Exactamente en el verano de 1974, cuando el entonces secretario técnico del club, el admirado y recordado José María de la Concha, tuvo firmado el contrato de Wolfgang Overath. Un futbolista universalmente reconocido que había sido campeón del mundo ese mismo año y que ya había disputado tres citas mundialistas.

La contratación de aquel extraordinario centrocampista de 30 años fue lo que hoy llamaríamos "una oportunidad de mercado". Figura grande en el Colonia, equipo de su ciudad natal, se ganó el derecho a salir de la entidad sin que se le exigiera un traspaso a su futuro club, a fin de que pudiera realizar un último gran contrato en el que todos los beneficios fueran para el jugador.

José María de la Concha supo de esta posibilidad y negoció con el intermediario austriaco Viktor Gartnert. Hablaron, visitaron al futbolista y se cerró un acuerdo que llegó a plasmarse en un contrato en el que se estipulaba que firmaría por dos temporadas con el Real Betis, cobrando en cada una de ellas una ficha de 1.250.000 pesetas. Se pactaba asimismo un sueldo mensual de 20.000 pesetas y se precisaba que el jugador tendría su domicilio en el Hotel Alcázar de nuestra ciudad.

Este contrato lleva fecha del 6 de septiembre de 1974 y José María de la Concha me lo facilitó en 1982 para que pudiera publicarse en la "Historia del Real Betis Balompié", editada por Biblioteca de Ediciones Andaluzas, que tuve el honor de coordinar.  

Sin embargo, Overath nunca jugó en el Betis. A última hora se rompió el acuerdo y siempre se dijo que fue la negativa de su esposa a abandonar Alemania la que determinó los hechos. Razón por la cual el club verdiblanco, elegantemente, se limitó a emitir una nota informativa días después en la que, de modo escueto, indicaba que no se había podido formalizar la inscripción federativa del jugador.

El futbolista se quedó en el Colonia, donde jugó hasta 1977. Se retiró ganando la Copa de Alemania, tras haber disputado 408 partidos con su club, y a su partido homenaje acudieron ese año algunos futbolistas tan principales como sus compatriotas Breitner y Netzer. Casi tres décadas después fue nombrado presidente del Colonia, cargo que ostentó de 2004 a 2011.

Hubiera sido una gran satisfacción haber visto jugar a Wolfgang Overath junto a Rogelio y Cardeñosa en aquel Betis de mediados de los 70. Pero desgraciadamente no pudo ser.