Pascual Aparicio, a la izquierda, posa junto a Eduardo Benjumea, el primer presidente que le ofreció la posibilidad de ser directivo del Real Betis en 1945.

El Real Betis rendirá homenaje el próximo sábado a la figura de don Pascual Aparicio

En el descanso del partido ante Osasuna se procederá a entregar una placa de reconocimiento a los familiares de este gran presidente

En el marco de la conmemoración del Centenario de don Benito Villamarín, el Real Betis celebrará el próximo sábado, con ocasión del partido a disputar en nuestro estadio contra Osasuna de Pamplona, un nuevo acto dentro de la serie de homenajes In Memoriam que viene dedicando a grandes presidentes de nuestra entidad a lo largo de la historia.

En esta ocasión, el acto de reconocimiento y gratitud estará dedicado a la figura de don Pascual Aparicio García, presidente de 1949 a 1951, cuyo papel fue decisivo durante los años malditos de la travesía del desierto, erigiéndose en el gran mecenas sobre el que se asentó la vida de la entidad.

En aquella época, su tremenda generosidad y su inasequible ilusión en los colores verdiblancos lo llevaron a financiar las necesidades de la institución, a soportar todos los sacrificios y a mostrarse en una permanente actitud de servicio al Real Betis Balompié.

Nacido en Sevilla el 10 de Noviembre de 1909, propietario de una agencia de Aduanas, ingresó en Junta Directiva del Real Betis en 1945, bajo la presidencia de don Eduardo Benjumea. En 1947 fue vicepresidente primero durante el mandato de don Manuel Romero y el 27 de enero de 1949 fue elegido Presidente del Real Betis Balompié, cargo para que el que sería reelegido el 3 de julio de 1950.

Abandonó la presidencia el 20 de septiembre de 1951, retornando a la directiva en 1957, primero como secretario de la Junta presidida por don Benito Villamarín y, al año siguiente, como vicepresidente tercero. Fue asimismo vicepresidente primero de la Federación Andaluza de Fútbol en el año 1969.

Don Pascual Aparicio ha pasado a la posteridad como un presidente generoso y desprendido que estuvo en primera línea en los peores y más dramáticos años en la larga historia del Club, y cuyo apoyo económico fue decisivo en esas difíciles circunstancias.

El mismo don Pascual Aparicio lo reconoció años más tarde al confesar que: “No tuve grandes éxitos, pero evité grandes males, como pudieron ser la desaparición del club o la pérdida de la categoría nacional. Pero no fui yo solo, sino todos los compañeros de Junta”.

En el transcurso del acto de homenaje que se celebrará en el descanso del partido del sábado, el presidente del Real Betis Balompié, Ángel Haro, hará entrega de una placa de reconocimiento a los familiares de este gran dirigente.

Don Pascual Aparicio García falleció el 18 de septiembre de 1988, a la edad de 78 años.