Juan Carlos Ollero presenta su dimisión como presidente del Real Betis Balompié

"En estas circunstancias no encuentro una solución a esta situación institucional más que mi dimisión irrevocable como presidente del Real Betis", comentaba 

Juan Carlos Ollero presentaba este mediodía su dimisión como presidente del Real Betis Balompié. Tras la presentación de Montoya y Musonda como nuevos futbolistas del Club bético y las cuestiones sobre la parcela deportiva respondidas por Eduardo Macià, Ollero intervenía en rueda de prensa para analizar la situación institucional de la entidad y anunciar su decisión de no continuar en la presidencia. “Desde el 21 diciembre, después del partido contra el Sevilla y en un momento en el que la situación deportiva era tranquila, yo soy presidente porque nadie más quiere serlo. Puse en ese momento mi cargo a disposición del consejo por razones que ya se han publicado y que me ahorro enumerar. Desde ese momento, si sigo siendo presidente es porque nadie ha querido serlo. He procurado gobernar al Betis y que el Betis se sienta gobernado dentro de mis posibilidades. Desde ese día al que me refiero hasta esta misma rueda de prensa no ha habido ningún vacío de poder, he asumido todas mis responsabilidades como presidente, incluso algunas que me ha costado trabajo asumir. Durante todo este tiempo no me he negado a colaborar con el resto de consejeros para encontrar una solución a esta situación. Hemos pasado por varias soluciones aceptadas por mí y luego otras no aceptadas por otros consejeros. La última, que a mi entender parecía una solución viable, era la constitución de una comisión ejecutiva donde estuvieran las personas que yo entendía que en principio tenían unos objetivos generales parecidos a los míos en el Betis. Uno de los miembros que aceptó con reticencias formar parte de esa comisión ejecutiva decidió dimitir al día siguiente. En estas circunstancias no encuentro una solución a esta situación institucional más que mi dimisión irrevocable como presidente del Real Betis. Entiendo que el Real Betis es de sus accionistas, creo que deben asumir la responsabilidad que les corresponde", manifestar Ollero.

 

Posteriormente, Juan Carlos Ollero contestaba a las cuestiones planteadas por los medios de comunicación y exponía los motivos que le han llevado a tomar la decisión de presentar su dimisión como presidente de la entidad de las Trece Barras.

Reunión con los capitanes: “De acuerdo con el anterior entrenador, convoqué a los capitanes a objeto de solicitarles y requerirles su opinión sobre la situación en ese momento de la plantilla, además de requerirles la máxima colaboración para salvar la situación. De los futbolistas en estos casos no puede esperarse una opinión inequívoca, se les convoca más para animarles a sacar la situación que a contribuir a otra cosa. En estas situaciones solo se puede entrever desde lo que ellos dicen y con mucho cuidado qué es lo que está pasando, ya que si no lo haces estás destrozando el crédito del entrenador y el crédito del resto del cuerpo técnico”.

Ángel Haro: “Le he solicitado muchas veces desde el 21 de diciembre que asuma el cargo de presidente. Hasta ahora, siempre me ha dicho que no podía asumirlo”.

Creación de la comisión ejecutiva: "Ya había puesto mi cargo a disposición del consejo. En cualquier momento, alguno de los consejeros se podía haber propuesto y yo le hubiese dado un abrazo o el consejo en pleno podría haber decidido nombrar a uno o a otro como presidente”.

Próximo presidente: "Espero que ese vacío de poder lo cubran inmediatamente, no puede ser de otra manera. Un consejo está obligado legalmente a tener presidente. Me aparto a un lado y que el consejo asuma su responsabilidad. No sé si Ángel Haro va a ser presidente".

Junta General Extraordinaria de Accionistas del pasado 23 de septiembre: "Aquella noche dije lo de revolución porque estaba convencido, creía que aquello era una revolución en el Betis. Creía que era una revolución definitiva, si no lo pensara no lo habría dicho. No soy partidario de expresiones muy contundentes, pero estaba convencido de que eso era así. Se siguen dando las bases para esa revolución. Esto va a depender de cómo los que me sustituyan asuman sus responsabilidades o cómo actúe el consejo entero. Van a contar con toda mi colaboración para que eso sea así".

Motivos de su dimisión: "En principio mi decisión estaba sentada sobre la base de las diferencias sobre la negociación con Lopera. Está recogido en la primera reunión del consejo de la que todos los consejeros formaban parte. Un representante de esas plataformas, antes de que se empezara discutir el orden del día, lo primero que advirtió fue que no le reconocía legitimidad a este consejo para negociar con Lopera. Por tanto, solicitaba que el presidente se abstuviera de seguir negociando y que consideraba legitimada a su plataforma junto con otras para mantener esa negociación. Yo no era de esa opinión y me opuse a esa solicitud. Acertadamente, el consejo me apoyó en esa postura. Luego han podido aparecer diferentes opiniones sobre la forma de gestión. En mi opinión, ellos representan el fútbol antiguo, creen que el fútbol es el fútbol de sus padres, que los consejeros tienen que pasearse por los vestuarios y dar recomendaciones técnicas a la dirección deportiva o a quien sea. Creen que hay que pisar el césped cada vez que se va a un estadio, es un fútbol y una forma de ver el Betis con la que no estoy de acuerdo”.

Etapa en el Real Betis y compañeros en el consejo de administración: "Cuando llegué a la presidencia no pedí ni exigí nada. Todos los consejeros los nombró según su propio criterio el administrador judicial. Cuando después de la Junta General Ordinaria de Accionistas se me renueva como presidente tampoco pedí nada en ese sentido, solo sugerí que estuvieran algunas personas que durante todo este tiempo habían demostrado su beticismo, sentido común y capacidad de contribuir. No hay un solo consejero en el Real Betis al que conociera antes de mi llegada, ningún consejero de mi 'cuerda'. En razón de eso, es evidente que no puedo exigir a ninguno que me acompañe en mi dimisión ni se lo exigiría jamás. Es una decisión que corresponde a cada uno de ellos. Están sorprendidos porque no sabían que iba a presentarla".

Negociación con Lopera: "En relación con Lopera, para terminar de una vez por todas con el conflicto, no puedo hablar por boca de un consejo en el que no voy a estar. Recomendaría que el consejo mantuviera en lo posible esas negociaciones abiertas. Esto no significa que esté proponiendo con Lopera un acuerdo a toda costa, sugeriría y le pediría al consejo que siguiera buscando una forma de acuerdo que terminara con esta situación del Betis. Sabía la posición de los representantes de estas plataformas. Sí entendía, como también lo entendía el resto del consejo, que estos representantes debían estar presentes, confiando en que el conocimiento de la importancia que para el Club tenían las negociaciones con Lopera y otros accionistas para llegar a un acuerdo acabarían convenciendo a estos consejeros. Es evidente que no ha ocurrido eso".

Dimisión de Ángel Haro de la comisión ejecutiva: "No veo contradicción entre que dimita de la comisión ejecutiva y sea el presidente, primero porque no hay contradicción en el tiempo. Vengo solicitando a Ángel Haro y a algún otro consejero que asuma la presidencia desde el pasado 21 de diciembre cuando todavía no se había producido esta última circunstancia de la comisión ejecutiva. No tengo nada contra Haro en lo particular ni en cuanto a su enfoque. Me parece que puede ser un excelente presidente y está capacitado para ello, hay cosas de su enfoque que comparto y otras partes que no. Me refería al hecho de que como creía que habíamos encontrado una solución para gobernar al Real Betis con la creación de la comisión ejecutiva y Ángel Haro había aceptado formar parte, el hecho de que él dimita la invalida como elemento de gobierno del Betis. Es esa situación la que me lleva a pensar que no encuentro otra solución salvo apartarme del camino y dejar que las personas que puedan gobernar el Betis, sus accionistas, decidan lo que crean oportuno sobre la forma de gestionar”.

¿Dimite también como miembro del consejo?: "Naturalmente, dimito como presidente y lo haré como miembro del consejo de administración".

Rubén Castro: "Eso es un asunto competencia del próximo presidente".

 

En otro orden de cosas, antes de anunciar su dimisión, Ollero analizaba varios asuntos de interés.

Consenso en los fichajes realizados: “No conozco ninguna decisión que no se pueda tomar en condiciones de absoluta certidumbre. Todas tienen ventajas e inconvenientes. Aunque deportivamente el director deportivo nos había propuesto a Damiao como un fichaje adecuado y que cumplía dos requisitos que para él y para nosotros eran importantes como que fuera compatible con Rubén Castro y que fuera un futbolista que pudiera aportar más de lo que ya aportan los otros jugadores que tenemos en plantilla. Había otras circunstancias a tener en cuenta, tales como la valoración definitiva de la situación jurídica en su relación con el Santos y los límites económicos a los que teníamos que ajustarnos. El consejo puede entender como de hecho entendió que estábamos al borde de lo que nos era permitible asumir. Hay otra serie de valoraciones que el consejo tuvo en cuenta para emitir su correspondiente opinión. No es algo raro, pasa en todos los clubes. La decisión en lo deportivo estaba claramente conformada y en lo económico se ajustaba a los parámetros marcados, pero luego hay otros criterios económicos que hay que tener en cuenta en el momento que tomamos las decisiones, como son los límites que impone la Liga, la tesorería del Real Betis o la cuenta de resultados. Se decide en función de todas esas cosas. No le voy a contar al director deportivo las limitaciones de tesorería en cada momento. Los límites máximos que se nos permiten están variando continuamente en función de la decisión que tomamos sobre el entrenador y cómo varían en razón de su sustitución, las salidas y los ingresos previstos por el Betis en el futuro. Todo eso cambia continuamente, nunca nos hemos movido con un margen suficiente como para tenerlo en cuenta”.

Juan Merino, entrenador del Real Betis: "Se nombra a Juan Merino para sustituir a Pepe Mel en condiciones de urgencia. Hubo que cesar a Pepe Mel y no teníamos otro entrenador. Como no teníamos entrenador se nombra a Juan Merino porque tenemos confianza en él y se había ganado ser entrenador interino del Betis mientras teníamos un plazo abierto para intentar contratar a otro entrenador. Cuando ese plazo se cierra es porque no entendemos que haya disponible un entrenador que nos merezca más confianza que Juan Merino. A partir de ese momento, Juan Merino es entrenador del Real Betis. No hay más, espero que no me pidan garantías de si Juan Merino va a continuar de por vida; en el fútbol todos dependemos de los resultados”. 

Búsqueda de un entrenador tras la destitución de Pepe Mel: “No sé cómo puede interpretarse todo eso como improvisación. Durante un tiempo después del cese de Pepe Mel estuvimos buscando entrenador, lo he dicho con total claridad. Cuando hemos comprobado que no había un entrenador claramente disponible para el Real Betis que nos merecería más confianza que Juan Merino, es cuando hemos virado a que él es el entrenador porque es quien más confianza nos merece entre todos los disponibles. Había otros entrenadores que a lo mejor nos hubieran dado más confianza, pero no estaban disponibles”.

¿Por qué la LFP tiene un límite económico más alto para el Levante que para el Betis?: “No sé el caso del Levante, la Liga establece los límites máximos para contrataciones inscribibles en función de unos criterios que están bien determinados. Tienen relación con los ingresos del Club y con los gastos en los que haya incurrido el club antes del período de fichajes. En esa cuestión seguro que cabe alguna posibilidad de negociación que también hemos utilizado pero sobre unos márgenes muy estrechos”.

Leandro Damiao: “Creo que las disensiones dentro del consejo han influido en la decisión de Damiao. Esto es así, no quiero ocultarlo. Ni el Betis ni los béticos merecen que se oculte nada en una situación como esta. Siento mucho intervenir en estas circunstancias institucionales del Real Betis, pero me siento obligado. El Betis y los béticos merecen saber lo que está pasando. Llegué al Real Betis a solicitud del administrador judicial de las acciones que había en ese momento. No  busqué ser presidente, asumí con orgullo y total satisfacción esa oportunidad que se me ofrecía. Luego he continuado siendo presidente porque así me lo solicitó la candidatura de ‘Ahora, Betis, Ahora’. Igualmente asumí con orgullo y satisfacción la oportunidad de ser presidente. He tenido claras pocas cosas en este tiempo, pero la primera que tuve es que era un presidente interino, tanto en cuanto que era plenamente consciente de que venía a preparar el terreno para la llegada de otros. Ni tengo acciones ni tengo edad y, si me apuran, tampoco es algo que yo hubiese esperado nunca. Nadie me podrá acusar de haber venido al Betis para quedarme. Lo dije el primer día de mi intervención en la primera rueda de prensa y lo he repetido a todo el que ha querido oírme incluido mis compañeros de consejo”.

Objetivos bajo su mandato: “Mis propósitos han sido básicamente tres. Primero, que el Real Betis se gobernara dignamente desde su consejo, que nunca estuviera sometido a las tensiones, solicitudes o presiones de nadie de fuera del Real Betis. En segundo lugar, en aquel momento mi gran propósito era que el Betis ascendiera a Primera División. Y en tercer lugar, algo que nunca he ocultado, que en la medida de lo posible, porque yo creía que era posible, traer la paz social y terminar con todos los conflictos entre accionistas, condición que sigo considerando imprescindible para el mejor futuro del Real Betis Balompié”.

Diferencia de criterios en la toma de decisiones: “Es evidente que sobre todo esto último, el intento de paz social, me ha causado problemas. Por todos son conocidas las posiciones de algunas plataformas cercanas y que tienen sus propias estrategias e intenciones que yo no entro a juzgar. Es evidente que entre sus intenciones no estaba la de llegar a un acuerdo definitivo entre los accionistas”.