Luis Fernández, en el partido ante el Real Jaén que significó el ascenso del Real Betis a Primera División en junio de 2001.

El Perfil: Luis Fernández

El lateral cántabro jugó en Heliópolis desde 1996 a 2006

El nombre de Luis Fernández está inequívocamente asociado con el mejor Real Betis de finales de la década de los noventa y, muy particularmente, con el equipo que se proclamó campeón de la Copa del Rey en 2005.

Lateral izquierdo rápido y de gran recorrido, llegó al equipo verdiblanco en el verano de 1996, procedente del Racing de Santander. El Betis pagó 175 millones de pesetas por su traspaso, debutando en partido oficial en la primera fecha de aquella liga, con victoria verdiblanca por 3-0 ante el Athletic Club de Bilbao.

Permaneció en la disciplina bética durante diez temporadas y llegó a convertirse en una importante referencia defensiva  del equipo, a pesar de que los primeros años le costó consolidarse por mor de las lesiones.

Disputó con el Real Betis la Recopa de 1997, la Copa UEFA de 1998 y 2005 y le cupo el honor de ser uno de los jugadores que representó a los colores verdiblancos en la eliminatoria previa de la Champions League.

Previamente, se había proclamado campeón de Copa en la memorable final contra Osasuna, aunque su gran momento como jugador verdiblanco lo vivió en las semifinales de aquel torneo al transformar en el estadio de San Mamés el penalti definitivo que le otorgó al Real Betis su clasificación para la final. Un lanzamiento que ya forma parte de la mejor historia contemporánea del club.

Una década vistiendo la camiseta verdiblanca, con la que disputó cerca de 300 partidos, lo han marcado para siempre, considerándose en la actualidad un bético que proclama su sentimiento en tierras cántabras. Un jugador que goza del reconocimiento y el afecto de la afición.