Migo y Miguel, baluartes del Real Betis Futsal

Migo y Miguel, el corazón del Real Betis Futsal

Los dos pesos pesados de la plantilla del Real Betis Futsal reconocen los errores de la temporada y confían en el trabajo para sacar al equipo de la mala situación por la que atraviesa

Hablar de Migo y Miguel es hablar del Real Betis Futsal, del Fútbol Sala Nazareno, en definitiva, de fútbol sala en estado puro. Y es que si el corazón tiene dos mitades, ellos son las del Real Betis Futsal.

Más de 10 años defendiendo la camiseta del club los han convertido en los pesos pesados del vestuario bético, de tal forma que Migo es el capitán del equipo y Miguel, a pesar de haber estado la primera parte de la temporada fuera, ha vuelto tal y como se había ido, siendo un líder y tomando los galones necesarios del que fuera el segundo capitán la pasada campaña.

Ambos reconocen que la temporada del equipo no está siendo ni mucho menos la esperada por todos, aunque desde Navidades trabajan para cambiar la dinámica, los resultados y la imagen del Real Betis Futsal, la cual ofrece una cierta mejoría que no se refleja en los marcadores finales de los encuentros, algo que deben mejorar para comenzar a sumar de tres en tres.

Para Miguel, un fijo para José Vidal desde que llegó en diciembre, “El trabajo de José sigue siendo el mismo que el año pasado, creo que aún mejor que el año pasado al tener más recursos (al haber incorporado a un gran profesional como Luis Mejías, por ejemplo). Lo que pasa es que el fútbol no es matemáticas, no vale de nada trabajar más que nadie durante la semana si a 4 segundos del final un remate va al palo o si fallas tres balones a puerta vacía... Aún así, el vestuario está muy unido y todos coincidimos en que José es el entrenador ideal para liderar este proyecto. Para mí fue una de las razones para volver al equipo”.

El capitán del Real Betis Futsal difiere muy poco con Miguel y es que confía en levantar la situación en la que se encuentra su equipo tras la mala temporada que vienen realizando: “José es el baluarte que nos ha llevado todos estos años al lugar en el que estamos. El trabaja mucho al equipo en todos los sentidos: físico, táctica, técnico y estudia bastante a los rivales. De hecho, en el vestuario confiamos en él al 100% para levantar esta situación que por circunstancias de la temporada llevamos arrastrando. Estamos seguros que todo irá a mejor de la mano del míster”.

Miguel, que volvió al equipo en diciembre tras un efímero paso por el fútbol, también elogia a su fiel compañero de batallas Jaime Migo, a quien le tiene un aprecio especial tras más de 10 años juntos en el Real Betis Futsal: “Migo es como un hermano para mi, llevo 10 años jugando con él y lo conozco perfectamente tanto dentro como fuera de la pista. El hecho de que él esté en el equipo es una de las razones de mi vuelta. Es un luchador incansable, muy agresivo en defensa, y con calidad para desequilibrar el partido en cualquier momento. Un jugador muy completo”.

Migo no se queda atrás y demuestra que el aprecio entre ambos es recíproco, algo que se comprueba en la pista cada vez que coinciden ambos en el 40x20: “Para mi Miguel es especial, llevo dese los 19 años a su lado practicando el fútbol sala en nuestro club y siempre es gratificante jugar y compartir vestuario con él. Estaba deseando que volviera al equipo, es un ejemplo como persona y como jugador, faltan adjetivos. Jugar con Miguel es muy fácil, es un jugador que te hace fácil lo difícil, un todoterreno. Su mayor cualidad es su persona, es un 4x4, potencia en estado puro”.

Sin duda, entre los dos forman el corazón de un Real Betis Futsal que quiere volver a latir con fuerza para disfrutar en la recta final de temporada como lo hizo, por ejemplo, en la anterior, en la que tras una enorme segunda vuelta consiguió quedar clasificado a solo un punto del playoff de ascenso. Quimera o no, tanto Migo como Miguel continuarán trabajando junto con sus compañeros para que el Real Betis Futsal devuelva las expectativas que se tienen depositadas en el equipo bético de Fútbol Sala tras una temporada aciaga.