Bruno, en el entrenamiento de esta mañana en el Marbella Football Center.

Nueva paliza física en la sesión matinal del lunes

Musonda abandona el entrenamiento a causa de una ligera sobrecarga en el adductor derecho

La exigencia física que imprime estos días el cuerpo técnico ha vuelto a hacer acto de presencia en la sesión matinal celebrada en el Marbella Football Center. Para el primer día de la semana, Gustavo Poyet ha programado nuevamente doble sesión con el fin de aumentar paulatinamente la carga física y continuar ajustando los diversos conceptos que pretende implementar para el próximo curso. Ha sido Musonda el primer futbolista que ha notado la dureza de la pretemporada. El extremo belga, con una ligera sobrecarga en el adductor derecho, abandonaba el trabajo grupal en la mitad de su desarrollo para ejercitarse a las órdenes del readaptador Edgar Gonçalves.

La plantilla ejecutaba una adaptación del test Course-Navette, orientado a potenciar aspectos como la fuerza, corrdinación, frecuencia y resistencia. Durante casi dos horas, el bloque de Gustavo Poyet completaba la totalidad de los ejercicios planficados por el técnico uruguayo y Marcos Álvarez.

Por su parte, Felipe Gutiérrez y Piccini también se entrenaban al margen sus compañeros. El mediocentro chileno continúa con su proceso de recuperación, mientras que la ausencia de Piccini forma parte del plan establecido por el cuerpo médico en relación al incremento progresivo del nivel físico después de la lesión sufrida la temporada pasada.

La anécdota del ensayo corría a cargo de Pedro Jaro. El que fuese portero del Real Betis y Trofeo Zamora en la temporada 1994/1995 se acercaba para seguir in situ las evoluciones del cuadro verdiblanco.