Vidakovic disputa un balón con Zidane en el partido europeo jugado en el Benito Villamarín en 1995.

HISTORIA | La historia favorable

En todas las visitas de los equipos de la liga francesa en competición europea siempre se registró un marcador que permitiría la clasificación del Real Betis ante el Stade Rennais

Por Manolo Rodríguez

 

Cinco equipos de la liga francesa han jugado partidos de competición europea en Heliópolis a lo largo de la historia. Y en todas estas visitas siempre se registró un marcador que permitiría la clasificación este jueves ante el Stade Rennais. Un primer dato que invita al optimismo y que, al menos en la estadística, abre las puertas a la esperanza de estar en el bombo de los octavos de final de la UEFA Europa League.

El primer club galo que acudió al Benito Villamarín fue el Stade Français en septiembre de 1964. En la Copa de Ciudades en Ferias. Ese torneo pionero cuya génesis verdiblanca ya contamos aquí en su momento. El partido acabó empatado a uno y lo más trascendente, como ya referimos, fue que los aficionados pudieron cantar el primer gol bético en Europa. Lo hizo José López Hidalgo en el minuto 46 de partido.

Después de aquel episodio inicial, hubieron de pasar más de 20 años antes de que volviera a suelo bético un equipo francés. Fue el Girondins de Burdeos en los octavos de final de la Copa UEFA, competición en la que aquel Betis de Lorenzo Serra ya había eliminado al Zimbru Chisinau moldavo y al Viktoria Zizkov de la República Checa.

En el Benito Villamarín se jugó el encuentro de vuelta, tras una ida desafortunada que se había saldado con derrota verdiblanca por 2-0. Entre lluvia, rayos y truenos, la cosa no acabó bien y fue una pena, porque el Betis hizo todo lo necesario para haber pasado la eliminatoria. Pero no se dio. Un golazo monumental e insospechado de Zinedine Zidane lo complicó todo desde el principio y ya no hubo manera.

Después, dos tantos de Alexis y Stosic, aún en el primer tiempo, hicieron pensar en un final feliz que no se pudo culminar tras el descanso. Todavía sobrevive en el recuerdo de los béticos aquella falta que estrelló Stosic en el palo de la puerta gala. De haber entrado, quizá la historia hubiera cambiado para siempre.

Los franceses volvieron en 2002. De nuevo en la Copa UEFA. Dieciseisavos de final. Esta vez fue el Auxerre, equipo que en aquel tiempo tenía un nombre en Europa. Aquí se jugó la ida y ganó el Real Betis por 1-0, gol de Alfonso de penalti. Peor fue la vuelta.

En 2005 llegó a Heliópolis la ronda previa de la fase de grupos de la Champions League. Un acontecimiento. ¡El Real Betis, ante la posibilidad de disputar la competición de clubes más prestigiosa del mundo!

El cruce fue contra el Mónaco, al que entonces entrenada Didier Deschamps, actual seleccionador francés y vigente campeón del mundo. Los monegascos vinieron en la ida y aunque se fue la luz antes del comienzo del choque, el Betis fue capaz de iluminar la noche con un tanto postrero de Edú. Una mínima ventaja que después sostuvieron en la vuelta los goles de Oliveira.

La última vez que un equipo de Francia vino al Villamarín a disputar un partido de competición europea fue el 19 de septiembre de 2013. En la ya bautizada UEFA Europa League y en una fase de grupos que era una novedad para los béticos en esta competición. El rival fue el Olympique de Lyon. Precisamente en el partido que abría la liguilla. Durante el encuentro no pasó ni mucho ni poco, pero aquel Betis dirigido por Pepe Mel, lleno de novedades y sin Rubén Castro (lesionado para tres meses), ofreció una buena imagen y mereció el aplauso de los aficionados.

Antes del inicio del choque se guardó un sentido minuto de silencio en memoria de Gerri Mühren, el extraordinario futbolista holandés que vistió la camiseta verdiblanca en la década de los 70. Mühren había muerto ese mismo día en su localidad natal de Volendam, a los 67 años de edad, a consecuencia de un síndrome mielodisplásico. Las fotos de sus últimos días fueron estremecedoras.

Con el Olympique de Lyon se alineó aquella noche Samuel Umtiti, jugador en la actualidad del FC Barcelona y campeón del mundo con la selección francesa en 2018. Umtiti, sin haber cumplido aún los 20 años, era ya titular indiscutible en el Olympique, club en el que se había formado desde niño. Imponente de cuerpo y brillante en la salida de pelota, ya anticipaba el jugador extraordinario que sería en las temporadas siguientes.

También jugaron aquel día con el equipo galo otros futbolistas después importantes como Gomis, Lacazatte (ahora en el Arsenal inglés) y Grenier, quien en la actualidad milita en el Stade Rennais y ya se enfrentó al Real Betis la pasada semana en el partido del Roazhon Park.

La verdad es que todos los equipos de la liga francesa trajeron algunos buenos futbolistas en sus visitas a Heliópolis. Con el Stade Français vino el portero Carnus (mejor jugador francés en los años 1969 y 1970) y con el Auxerre se alinearon el defensa Mexes (de brillante carrera en la Roma y el Milán) y el delantero Djibril Cissé, tan prolífico en su recorrido posterior por Francia, Inglaterra, Italia y Grecia.

El Mónaco, por su parte, trajo en su formación a jugadores tan destacados como el brasileño Maicon (campeón de la Champions con el Inter en 2010), el francés Evra (ganador asimismo de la Champions con el Manchester United en 2008) y el togolés Adebayor, quien se adjudicara una Copa del Rey en 2011 vistiendo la camiseta del Real Madrid.

Pero, sin duda, la estrella más luminosa que llegó al Villamarín en estas eliminatorias contra los clubes de la liga gala fue Zinedine Zidane, uno de los futbolistas más grandes de la época contemporánea. Un jugador extraordinario que contaba 23 años cuando se disputó la eliminatoria que enfrentó al Real Betis contra el Girondins.

Había debutado en la primera división francesa con el Caen y quizá el gol que marcó en Heliópolis elevó su nombre hasta los niveles que después le fueron propios. A los béticos les dolió mucho en su momento aquella volea inopinada que batió a Pedro Jaro, pero no cabe duda que fue un hito notable que tuvimos la ocasión de presenciar.

Zidane, más tarde, triunfaría en la Juventus (donde fue Balón de Oro en 1999), ganó la octava Copa de Europa con el Real Madrid (con aquel recordado golazo al Bayer Leverkusen) y se erigió en referencia de la escuadra de galácticos que marcaría toda una época.

Con el Real Madrid jugó en Heliópolis cuatro veces y no ganó nunca. En su primera visita se impuso el Real Betis por 3-1 y en las tres ocasiones siguientes sus duelos en terreno bético concluyeron con empate a uno. Incluso fue noticia desafortunada en 2004 al propinarle un golpe fortuito a Toni Prats que tuvo al portero bético fuera de combate durante varios meses.

Como entrenador madridista, por el contrario, empató una vez en el Villamarín y ganó en las dos restantes. Siempre mereció el respeto y la admiración de la afición bética y resulta incuestionable que fue el mejor jugador francés que acudió al campo del Real Betis en competición europea.