Quino canta el gol del triunfo verdiblanco en Nervión en el último partido del año 1968.

HISTORIA | El último partido del año

Dos victorias del Real Betis en el campo del eterno rival, en 1968 y 1996, se convierten en los mejores recuerdos de la afición verdiblanca a final de las navidades

Por Manolo Rodríguez

 

En la competición liguera, el final de un año y el inicio de otro significa poca cosa. Un mero dato estadístico. El paréntesis obligado que ahora, modernamente, llega acompañado de un periodo vacacional para los futbolistas. Algo que no siempre fue así, ya que épocas pretéritas se jugaba lo mismo en las vísperas de la Navidad que en las del Año Nuevo.

La Liga se mide por temporadas, de agosto a junio, y ya se sabe que es en esa capacidad para ir atravesando estaciones donde radica su permanencia y su carácter de fenómeno global.

Sin embargo, el último partido del año siempre supone un emotivo recuerdo para el aficionado. Un razón para que las fiestas navideñas sean más dulces que amargas.

Y en la historia verdiblanca, después de 86 campañas en categoría nacional, ha habido de todo en este partido que ha cerrado el año. Como es lógico. Una larga colección de recuerdos donde destacan principalmente dos victorias en el campo del eterno rival.

La primera de ellas tuvo lugar en la temporada 1968-69, cuando ambos contendientes militaban en Segunda División, a donde habían caído en el ejercicio anterior. Fue el 29 de diciembre de 1968. Con Nervión lleno y ambiente desbordado. Dijeron las crónicas que la salida de los equipos al campo fue impresionante, llenándose las tribunas de pancartas, escudos gigantes y banderas rojas y verdes. 

Al Real Betis, que vistió con camiseta verdiblanca y calzón negro, lo entrenaba el prestigioso técnico checo Fernando Daucik, quien revolucionó la alineación reforzando las bandas. Ello le permitió dominar la zona ancha y someter a un Sevilla que, por entonces, era el líder de la categoría.

El Real Betis jugó aquella tarde con Vilanova; Pachín, Díaz, Pachón; Ezequiel, Grau; Landa, González, Quino, Rogelio y Antón. Sin cambios, ya que aún no estaban permitidos.

El único gol del partido, el de la victoria, lo marcó Joaquín Sierra Vallejo, 'Quino', en el minuto 64. Falta que lanzan los verdiblancos desde el costado izquierdo de su ataque. La bota Rogelio y el portero local, al salir a blocar la pelota, choca con uno de sus defensas y deja el balón suelto en el borde del área chica. Quino, muy atento, la empuja a la red y sale cantando el gol por el poste derecho.

Una foto icónica que publicó el diario ABC en su edición del martes 31 de diciembre y que durante la semana de Reyes estuvo expuesta en las oficinas del periódico en la calle Velázquez. Un magnífico regalo para los béticos más jóvenes en aquel escaparate tan céntrico.

El segundo triunfo coincidiendo con el último partido del año en el Sánchez Pizjuán es más reciente y, seguramente por ello, más conocido. Ocurrió el domingo 22 de diciembre de 1996, cuando el gran Betis dirigido por Lorenzo Serra Ferrer arrasó al eterno rival en su propio campo y dejó en el marcador un 0-3 que ya forma parte de la mejor historia verdiblanca.

Algo que no sorprendió a nadie porque, según todos los pronósticos, era lo que se esperaba. El Betis llegó al partido situado en el cuarto puesto de la clasificación, mientras que el Sevilla malvivía en la zona de descenso. El Betis no había perdido ni un solo partido lejos de Heliópolis y el Sevilla apenas había ganado uno en su campo.

El Real Betis salió con: Prats, Roberto, Vidakovic, Olías; Nadj, Merino, Alexis, Jarni; Finidi (Kowalczyk m.73), Alfonso (Sabas m.83) y Pier (Cañas, m.73).

Los tantos fueron cayendo a partir de la media hora. Primero, con el penalti que transforma Alexis y, después, con los goles de Alfonso y Olías. En particular este último, será recordado por varias generaciones de béticos. Aquel avance de Olías por el costado izquierdo, su recorte al zaguero blanco y su perfecto remate con la pierna derecha.  Un golazo que desde ese día forma parte del imaginario de los béticos. Basta mencionar 'el gol de Olías' para que todos sepan de lo que se habla, de cómo fue, cuándo fue y contra quien lo marcó.

Esta noche, el año 2017 se cierra con todo un clásico en el Villamarín. Nada más y nada menos que con la visita del Athletic Club de Bilbao. Una marca legendaria que, como el Real Madrid o el FC Barcelona, nunca ha conocido la Segunda División.

Siempre que el Real Betis jugó en la Primera División (y ya van 52 temporadas) vinieron 'los leones' a rendirle visita y particularmente significativos fueron aquellos dos encuentros disputados en las temporadas en las que los vascos ganaron sus últimos títulos de Liga. En la 1982-83 y en la 1983-84. Las dos veces vencieron los verdiblancos al equipo que después campeonaría.

El primero de estos triunfos fue apoteósico, con aquel 5-1 para la posteridad, y el segundo siempre será recordado por un gol prodigioso de Gabriel Humberto Calderón tras recorrer más de medio campo con el balón cosido a la bota. Un futbolista excepcional el argentino, que esa campaña había sido el fichaje estrella.

Aquel Betis lo entrenaba Pepe Alzate y la tarde de abril de 1984 en que derrotó al Athletic salió al campo con: Esnaola; Diego (Suárez, m.82), Alex, Mantilla, Gordillo; Ortega, Parra, Cardeñosa; Rincón, Paco (Casado, m.86) y Calderón.

Hoy, con la visita rojiblanca, se anuncia otra vez el último partido del año. Confiemos en que su recuerdo perdure.