Antes de iniciarse en 2005 el Real Betis-Chelsea de Champions, Oliveira, Edu, Joaquín y Rivera saludan a los jugadores del club inglés Pereira, Essien y Robben.

HISTORIA | El Betis en Europa

El club verdiblanco se convierte en el décimo equipo español que en más ocasiones se ha clasificado para disputar torneos continentales.

Por Manolo Rodríguez

El Real Betis Balompié participará la próxima temporada por decimosegunda vez en las competiciones europeas. Un dato que no debe considerarse menor, ya que ello convierte al club verdiblanco en el décimo equipo español que en más ocasiones se ha clasificado para disputar torneos continentales.

 

Con la nueva clasificación obtenida este año, el Real Betis supera ya en número de presencias en Europa al Deportivo de la Coruña y al RCD Espanyol y se mantiene relativamente cerca de la trayectoria de la Real Sociedad y del Villarreal, conjuntos con los que, precisamente, se ha disputado en este ejercicio las plazas que daban derecho a jugar la Uefa Europa League o la recién creada Conference League.

 

Por cierto, que este décimo puesto de los verdiblancos en el ranking europeo de los equipos españoles tiene un evidente paralelismo con la clasificación histórica del Real Betis en la Primera División de la Liga. También en este escalafón (el de puntos obtenidos en la máxima categoría del fútbol nacional) el Betis ocupa la décima plaza, aunque con la feliz certeza de que en la próxima temporada 2021/2022 saltará con toda seguridad al noveno puesto, ya que superará al Real Zaragoza, club que en el ejercicio venidero volverá a jugar en Segunda.

 

Es decir, que si se miran estos datos con perspectiva global y se les añade el inmenso honor que supone que el Real Betis sea uno de los únicos 9 equipos que ha ganado la Liga en Primera División y que, asimismo, se haya proclamado en dos ocasiones campeón de la Copa del Rey, amén de los títulos obtenidos por la cantera, el trayecto deportivo recorrido por el club desde el inicio de las competiciones nacionales e internacionales invita más al orgullo que a la desesperanza.

 

Sobre todo, viniendo de dónde venimos, obligados a no olvidar nunca los años de plomo de los campos de polvareda y las temporadas en las que el club militó en Segunda. Una reflexión que debería ir mucho más allá de las coyunturas del presente y del ruido que inevitablemente acompaña a diario a una institución tan grande en lo social.

 

Una entidad con tan enorme repercusión que, se mire como se mire, desborda con mucho los estrictos territorios del fútbol para erigirse en una pasión que provoca emociones y pertenencia y que ha tejido su historia lo mismo a base de goles que de sentimiento.

 

Ahora, en esta época que nos toca vivir, el Real Betis parece anunciar una nueva bonanza deportiva con la mirada puesta en un mejor futuro que le permita seguir avanzando en las escaleras estadísticas antes mencionadas. Pero siendo siempre el Betis.

 

Como ya escribí alguna vez: "El Betis profundo, universal y eterno que no es menos porque pierda ni más porque gane. Ese Betis que durante un siglo largo ha sido capaz de sobrevivir al resultado del domingo, a la clasificación de la temporada, a la categoría en la que milite, a las decisiones de sus dirigentes, a la inquina de sus detractores y a la maldad de sus enemigos".

 

Este es el Real Betis que accede a las competiciones europeas por decimosegunda vez. Ya se sabe (y aquí lo contamos) que el origen estuvo en aquella Copa de Ciudades en Ferias que disputó en 1964 después de haberse clasificado el ejercicio anterior en el tercer puesto de la Liga española y tras haber conseguido la invitación para dicho torneo gracias al empeño de Benito Villamarín y a la capacidad diplomática de José María de la Concha.

 

Después, en 1977, llegaría la Recopa y en 1982 el debut en la Copa de la Uefa, competición que disputaría de nuevo en 1984 y 1995. Dos años más tarde, en 1997, se ganó el derecho de volver a la Recopa y en 1998 retornó a la Uefa, donde repetiría en 2002.   

 

Llegado el final de la temporada 2004/05 el Real Betis Balompié escaló la cumbre más alta de sus participaciones europeas, accediendo a la fase de grupos de la Champions League (antigua Copa de Europa), previa eliminación del AS Mónaco en la ronda previa. Posteriormente, y al quedar tercero en la liguilla disputada en este prestigioso campeonato, se incorporó a las eliminatorias de la Copa de la Uefa, siendo esta la única campaña en la que jugó en dos competiciones europeas distintas.

 

A este torneo de la Uefa (ya con la denominación de Uefa Europa League) volvió en un par de ocasiones más en la segunda década del siglo XXI. La primera vez en el curso 2013/14 y la segunda, y más reciente, en la temporada 2018/19.

 

El jugador bético con más partidos disputados en estas contiendas europeas es Joaquín Sánchez, con 23 partidos en su haber, al que sigue Luis Fernández con 19, siendo el lateral cántabro, por cierto, el único futbolista que se ha alineado en las tres competiciones continentales: Champions, Recopa y Copa de la Uefa.

 

En cuanto a los goleadores, el máximo anotador es Alfonso Pérez, con 8 goles, tras el que se encuentran Finidi, Alexis y Lo Celso, con 5 tantos cada uno.

 

Respecto a los entrenadores, siempre ha ocurrido, hasta esta temporada, que era un técnico español el que llevaba al Real Betis a la clasificación europea. En 1964 fue Domingo Balmanya; en 1977, Rafael Iriondo; en 1982, Pedro Buenaventura; en 1984, Pepe Alzate; en 1995, 1997 y 2005, Lorenzo Serra; en 1998, Luis Aragonés; en 2002, Juande Ramos; en 2013, Pepe Mel y en 2018, Quique Setién.

 

Esta vez, sin embargo, ha sido el chileno Manuel Pellegrini, todo un clásico en el gran concierto europeo, el que ha materializado desde el banquillo la opción verdiblanca de retornar a los torneos continentales.

 

Por tanto, un nuevo hito histórico, aunque en justicia deba recordarse que en aquella gloriosa Copa del Rey de 1977 el primer partido de la eliminatoria inicial contra el Baracaldo aún lo dirigió el húngaro Ferenc Szusza, quien ya no estuvo presente en el encuentro de vuelta en Heliópolis (a pesar de que seguía siendo oficialmente el entrenador), siendo sustituido por Pedro Buenaventura.

 

Durante el desarrollo de las participaciones europeas sí que ha habido técnicos extranjeros en el banquillo del Betis. Así, por ejemplo, en el mismo debut en la Copa de Ciudades en Feria en 1964 el entrenador bético fue el francés Luis Hon. Posteriormente, en la eliminatoria de la Copa de la Uefa de 1982 contra el Benfica de Lisboa el técnico verdiblanco era el húngaro Antal Dunai y en 1998 y en 2014 dirigieron algunos partidos de las eliminatorias de la Uefa en esos años el chileno Vicente Cantatore y el argentino Gabriel Humberto Calderón, respectivamente.

 

Vuelve, pues, el Real Betis a la competición europea y, de nuevo, se abre el cuaderno de las ilusiones para seguir escribiendo historias y sueños. Los que siempre trae el fútbol. El fútbol que, en este caso, traspasa las fronteras nacionales para convertirse en un nuevo desafío. En un reto que, afortunadamente, no le es desconocido a los béticos, que hasta en doce ocasiones anduvieron ya por esos caminos. 

 

Ojalá que esta vez sea para mejor.