El crecimiento del Real Betis Féminas en estas últimas temporadas ha sido imparable. El equipo conserva la base de la plantilla que logró el ascenso, a la que se han ido incorporando jugadoras de la talla de las internacionales españolas Priscila Borja y Rocío Gálvez, o la internacional japonesa Erina Yamane, entre otras.

Pero son muchas las claves que explican el salto de calidad de un equipo que se ha situado entre los más importantes de la Liga Iberdrola. La apuesta por la gente de la casa ha sido fundamental. De hecho, María Pry, entrenadora del conjunto verdiblanco, ha tirado de jugadoras de cantera en más de una ocasión. La última, María Cortés, una joven centrocampista de 16 años que hizo su debut en Primera División el pasado domingo ante el Madrid CFF.

Y es que cada vez son más jugadoras las que llaman a la puerta del primer equipo. Muchas de ellas trabajan (o han trabajado) con el primer equipo. Son los casos de Jessi Arellano, Cintia Hormigo, Laura Moreno, la propia María Cortés, Sonia Garrido, Sara Mayoral, Sara Sánchez, Sheila Ibáñez, Bea Canillas, Nerea Poleo, Cristina Sánchez, Eli Nahal o Luisa Romero, algunas de las cuales incluso han formado parte de alguna que otra convocatoria con la primera plantilla en la Liga Iberdrola.

La apuesta por la cantera es firme. Su último gran valor es Rosa Márquez, a la que María Pry ya dio la alternativa en el último año del equipo en Segunda División con apenas quince años. Dos temporadas después, la centrocampista de Mairena del Aljarafe es internacional sub-19, asidua en Primera División y una de las más firmes promesas del fútbol femenino nacional.

A la talentosa centrocampista bética se le sumaron otras jugadoras como María Bernal o Amanda Hernández Flores. La lateral, con presencia en bastantes convocatorias con el primer equipo, pudo debutar el pasado ejercicio frente al Rayo también en la Liga Iberdrola. También dio María Pry la alternativa en la última temporada a la delantera Laura Moreno.

El pasado domingo fue la joven centrocampista María Cortés la que hacía el debut con el Real Betis Féminas, una jugadora que, según ha manifestado la propia entrenadora, brilla en muchos aspectos del juego.

“Destaca por su trabajo, su implicación y su compromiso. Tiene claras sus virtudes y siempre las pone al servicio del equipo. Es jugadora de control y pase. Es su mayor virtud. Juega en corto, pero también destaca por sus cambios de orientación. Es una jugadora que puede actuar tanto de pivote como de central. Pese a no ser muy rápida, es buena en la anticipación por su buena visión de juego. Pero también puede jugar como pivote ofensivo. Tiene mucha llegada al área y físicamente es muy completa”, explicaba María Pry a los medios oficiales del Club.