Juan Sabas consigue en Estambul el segundo gol del Real Betis ante el Fenerbahce. El que sellaba su primera victoria europea lejos del Villamarín.

HISTORIA | Las primeras victorias europeas fuera de Heliópolis

Por Manolo Rodríguez

 

Tras las dos primeras experiencias europeas en las temporadas 1964-65 y 1977-78, el Real Betis volvió a las competiciones continentales al inicio de la década de los 80. En la campaña 1982-83, exactamente. Se vio las caras con el Benfica de Lisboa en los treintaidosavos de final de la Copa de la UEFA y fue eliminado. Perdió 2-1 en ambos partidos. Lo entrenaba Antal Dunai y en el partido de ida, en Portugal, debutó el inglés Peter Barnes, aquel que tanta expectación provocó y que tan poco hizo.

Dos años después retornó a la UEFA. Y vuelta a lo mismo. También en la primera ronda. Esta vez lo dejó fuera el equipo rumano de la Universidad de Craiova. Los verdiblancos ganaron 1-0 en casa (gol de Suárez) y perdieron por idéntico tanteo en el choque de vuelta. Cayeron a los penaltis tras un arbitraje calamitoso del austriaco Heinz Fahnler, que incomprensiblemente le anuló un gol legal a Rincón.

A partir de ese día, 3 de octubre de 1984, el Real Betis tardó once años en regresar a las competiciones continentales. Una larga travesía llena de cosas trascendentes, entre las que destacaba, sobre todas, el hecho de que el club se hubiera convertido en Sociedad Anónima Deportiva.

Con este impulso y con la dirección técnica de Lorenzo Serra Ferrer, el Betis volvió a Europa. Fue en la campaña 1995-96, tras una extraordinaria Liga anterior en la que los verdiblancos acabaron terceros en la Liga, algo que hoy hubiera otorgado una plaza en la Champions League, pero que entonces sólo daba para jugar la UEFA.

Aquel gran Betis se emparejó en la primera eliminatoria con el Fenerbahce turco y ahí, por fin, llegó la primera victoria continental fuera del Villamarín, algo desconocido hasta entonces. Un deseado triunfo que quedó escrito en el infierno turco el 12 de septiembre de 1995. Ganaron los verdiblancos por 1-2 con tantos de Pier y Sabas. Magnífico fue el gol de 'Sabitas' a diez minutos del final. Un tiro parabólico que se clavó en la escuadra izquierda de la portería local.

La alineación del Real Betis aquella histórica tarde estuvo compuesta por: Jaro; Jaime, Ureña, Vidakovic, Josete; Cañas, Merino, Alexis, Jarni (Menéndez, m.89); Stosic (Sabas, m.65) y Pier.

El encuentro de vuelta también lo resolvió con claridad el Real Betis en Heliópolis. Se impuso por 2-0, dando la impresión de que jugaba a medio gas. Marcaron Alexis y Cañas. Alfonso debutó en la competición continental.

En dieciseisavos de final le tocó el Kaiserlautern alemán. Primero, fuera. La ida se jugó en el Fristz Walter Stadium de la ciudad germana el miércoles 18 de octubre de 1995 y volvió a ganar el Real Betis. Esta vez 1-3. Jugando tan bien que la crítica alemana se rindió sin reservas al partido de los verdiblancos. Un triunfo de prestigio en el 'infierno de Batzenberg', como era conocido el feudo de los 'diablos rojos'.

Arbitró el maltés Charles Agius y a sus órdenes los equipos presentaron las siguientes alineaciones:

FC Kaiserlautern: Reinke; Roos (Lutz, m.27), Koch, Wagner, Brehme; Wollitz, Flock, Hengen (Anders, m.58), Marschall; Wegmann (Hamann, m.86) y Kuka.

Real Betis: Jaro; Jaime, Olías, Merino, Josete; Cañas, Alexis, Stosic (Quico, m.87), Jarni (Menéndez, m.77); Alfonso (Sánchez Jara, m.82) y Pier.

Como detalle emotivo, los jugadores verdiblancos lucen brazaletes negros por el fallecimiento de la madre de Juan José Cañas.

El primer gol llega en el minuto 45. Centro de Cañas desde la derecha y perfecto cabezazo de Alfonso al palo largo. El Betis se va a la caseta en ventaja.

El segundo tiempo, sin embargo, no puede empezar peor. Apenas puesto el balón en movimiento, el Kaiserlautern empata con un cabezazo de Koch en el área pequeña. Pero el disgusto dura poco. En el minuto 53 Alexis tira una pared prodigiosa con Pier y se pone de gol en el borde del área. No la desaprovecha. La clava en las redes.

A partir de ahí no hay color. El Betis juega a su antojo y conquista definitivamente el coliseo alemán. En pleno éxtasis Alfonso saca de la chistera un gol mágico. En el costado izquierdo, recibe un balón, se revuelve y, en parábola, la coloca en la escuadra contraria. La pelota cae suavemente sobre el costado de la red en un vuelo plástico y emotivo. Es el mejor epílogo a la gran noche. El 1-3.

El diario "Express" de Colonia publica que los verdiblancos jugaron "como si estuvieran bajo el espléndido sol andaluz" y en las rotativas de otros periódicos alemanes se confeccionan titulares tan generosos como los siguientes: "Lección de fútbol del Betis" y "Fiesta española en el Betze".

Al día siguiente se hace público que el Betis es uno de los cinco equipos europeos que han ganado, por el momento, todos los partidos disputados en la Copa de la UEFA. Los otros cuatro son el Barcelona, Werder Bremen, Milán y Benfica.

Es natural, por tanto, que la afición recuerde este partido como uno de los más hermosos en la historia contemporánea del Real Betis Balompié. Uno de esos momentos que siguen despertando la evocación del beticismo.

Fue su segunda victoria forastera en competición continental tras la obtenida en Estambul ante el Fenerbahce. Desde entonces hasta hoy ha habido otras nueve más.

La última, en San Siro.