Ana Llamas, junto a la readaptadora Raquel Urbano, en una sesión del primer equipo del Real Betis.

Ana Llamas, una guerrera en la manada

Ana Llamas forma parte del exitoso cuerpo técnico que fue capaz de lograr el ascenso del Real Betis Féminas a Primera División. Licenciada en INEF, trabaja desde el año 2012 en el Club junto a María Pry. En estas semanas, además de entrenar con el equipo femenino, lo está haciendo con el primer equipo a las órdenes de Víctor Sánchez del Amo como parte del programa llevado a cabo por el Area de Rendimiento Deportivo.

"Está siendo una experiencia bonita y positiva, en un equipo profesional y en el Betis, el club que me gusta. Estoy cogiendo muchas ideas del primer equipo, ellos juegan como nosotras. A Marcos (Álvarez) le gusta el trabajo físico integrado, como a nosotras. Estoy aprendiendo mucho y me están tratando muy bien, como una más del cuerpo técnico. Los jugadores me preguntan mucho por el femenino. Estoy muy contenta de estar aquí con ellos", manifestaba Ana Llamas.

La preparadora del Real Betis Féminas explica que el trabajo es bastante similar entre el primer equipo masculino y el femenino, aunque con algunos matices. "Estamos en la misma línea de trabajo, aunque ellos a un nivel más exigente. Nosotros exigimos lo mismo, pero ellos hacen doble sesión, sólo se dedican a esto. Las chicas trabajan y llegan más cansadas, pero entrenan bien, son muy exigentes y lo hacen", continuaba Ana Llamas, que valoraba positivamente el trabajo de integración que hace el club en la parcela física: "La idea es muy buena, sobre todo para que los preparadores físicos cojamos experiencia en el ámbito profesional y para que nos tengan en cuenta por si necesitan cualquier cosa. Estoy aprendiendo a usar los GPS, analizar los datos y trabajar con ellos".  

Esta novedosa Area de Rendimiento Deportivo, a cuya cabeza se encuentran Pedro Píriz, Marcos Álvarez –primer equipo- y Rafa Pichardo –cantera-, inició el pasado verano un trabajo formativo que integra a todos los preparadores físicos y readaptadores del Club. Todos ellos completarán un ciclo de entrenamiento completo con el primer equipo con la idea de entrar en contacto con los profesionales de la primera plantilla y adaptar ese ‘modus operandi’ a sus respectivos conjuntos.

De hecho, según comenta Píriz, el trabajo físico del Real Betis Féminas no difiere demasiado del trabajo que realiza el primer equipo bético. “El primer año en la máxima categoría es muy duro porque el escalón entre Segunda y Primera es bestial. Ese cambio nos está costando. El ritmo de competición es distinto, pero lo estamos salvando dignamente. El equipo femenino entrena a un nivel muy exigente y en sintonía con el primer equipo. Ahora vamos a intentar acercar el profesionalismo a todos los escalafones”, apuntaba Píriz.

MARCOS ÁLVAREZ, SATISFECHO

También se refirió a esta asunto Marcos Álvarez, quien sigue muy de cerca la evolución de Ana Llamas en el primer equipo verdiblanco. El objetivo por parte del área de rendimiento deportivo es claro. “Principalmente, aunar los criterios de todo el club, desde el primer equipo hasta el último. Es un buen momento para que tengamos comunicación entre todos los que englobamos el Área de Rendimiento que se ha creado este año. A partir de ahí, ganar experiencia con instrumentos que a veces son complicados tenerlos en escalafones inferiores por el coste que tienen, como los GPS o maquinaria de gimnasio del primer equipo. Además, tener experiencia con profesionales para que en un momento determinado, cuando el Club necesite tirar de gente para cubrir carencias, saber que hay personas que son válidas para cubrir esas plazas”, indicaba Álvarez.

“Creo que al final es un tema de oportunidades”, proseguía. “Ana es la cuarta compañera. Estamos compartiendo experiencia. Quiero que ellos sean partícipes del primer equipo, cómo se vive un partido en casa, cómo se viven los partidos posteriores, que sientan cómo se trabaja en el primer equipo. Seguirán viniendo. A mí me gusta que sea rotativo y que dentro del club sepamos cómo estos profesionales se mueven dentro del ambiente del fútbol profesional”, explicaba el preparador físico del primer equipo bético, muy satisfecho por poner en marcha un plan de acción que sirve casi como un curso de formación que fomenta la cultura del entrenamiento y en la que todos los preparadores físicos se desarrollan como uno más del cuerpo técnico. “No nos cuesta nada, ni a nosotros ni al club”, concluía.