Los capitanes del Real Betis y del Moscardó, Telechía y Flores, se saludan antes de iniciarse el partido sobre el campo de tierra.

HISTORIA | En un campo de tierra

En la Liga 1970-71 el Real Betis se enfrentó al modesto equipo madrileño del Moscardó en dos partidos que dejaron inolvidables momentos históricos

Por Manolo Rodríguez

Es indudable que el fútbol madrileño vive un momento excelente. Posiblemente el mejor de su historia, con cinco equipos en Primera (Real Madrid, At. Madrid, Rayo Vallecano, Getafe y Leganés) y dos en Segunda (Alcorcón y Rayo Majadahonda).

Es cierto que el Real y el Atlético son dos cumbres que siempre han estado entre los grandes y que el Rayo también tiene historia en la máxima categoría desde 1977, tras un largo periplo anterior por la división de plata. Más recientes en la élite son el Getafe y el Leganés, nuestro rival este domingo. Los azulones se estrenaron en Primera en 2004 y los pepineros en 2016. Ambos, por tanto, hijos del siglo XXI.

Todos ellos han jugado contra el Real Betis (excepto el Rayo Majadahonda) e incluso el Alcorcón fue su rival en algún momento importante. Principalmente, en aquel partido del año 2015 que certificó el último ascenso verdiblanco.

Pero mucho antes de que varios de estos equipos hubieran aparecido por Heliópolis, ya los verdiblancos tuvieron una experiencia singular con un equipo de Madrid. En concreto, con el humilde Club Deportivo Colonia Moscardó, que se enfrentó al Real Betis en la Liga 1970-71. Una temporada feliz que concluyó con el retorno bético a la máxima categoría.

El Moscardó, o sencillamente "El Mosca", como lo definían sus incondicionales, apareció de manera insólita en Segunda División, a pesar de su evidente modestia. Se radicaba en el barrio de Usera (poblado por inmigrantes venidos de las zonas rurales) y había nacido en 1945 con la pretensión de que los jóvenes pudieran jugar al fútbol.

Subió por primera vez a Tercera en 1964 y en 1970 dio el salto a la división de plata tras una agónica eliminatoria, con partido de desempate incluido, frente al Tarrasa. Vestía como el Atlético de Madrid y al estadio Benito Villamarín llegó por primera vez el 12 de octubre de 1970. Extrañamente un lunes aprovechando el festivo.

Era la sexta jornada y ganó el Real Betis por 2-1 (goles de Isauro y Macario), pero la importancia de la tarde la marcaron otros dos hechos al margen del partido. Dos asuntos muy trascendentes.

En primer lugar, ese día se le puso un brillante colofón a lo que se llamó "la operación 15.000", la campaña emprendida aquel verano por el presidente Pepe Núñez para alcanzar tal número de socios. Una iniciativa que se prolongó durante meses, incentivando a los socios y a las peñas en los medios de comunicación, con la finalidad de mejorar significativamente los apenas 8.000 socios que había tenido el club en la campaña anterior.
  
La campaña se cerró el 30 de septiembre y, finalmente, el número de socios llegó a 13.000. Todo un éxito que se celebró, precisamente, en los prolegómenos del partido contra el Moscardó. Los jugadores béticos salieron al campo escoltados por peñistas con banderas y el saque de honor lo hizo el famoso torero Paco Camino, que se había significado en su captación de nuevos socios fuera de la provincia.

Asistieron al encuentro las máximas autoridades (Gobernador Civil, Alcalde, Jefe Superior de Policía) y fueron distinguidas la Peña Bética de San Bernardo, la del Cerro del Águila, la del Barrio de la Feria y la de Andrés Aranda por ser las más que más socios nuevos hicieron. A título individual fue premiado el socio Leocadio Ramírez. 

Pero pasó otra cosa que convertiría aquella tarde en histórica: fue la última vez que Joaquín Sierra "Quino" jugó con la camiseta del Real Betis. Al finalizar el choque contra el Moscardó se declaró en rebeldía. El Real Madrid se había interesado por él, pero el Betis se negaba tanto a traspasarlo como a equipararle las condiciones que le ofrecía la entidad del Bernabéu. Estuvo varios meses sin jugar y en el verano de 1971 fue fichado por el Valencia, que pagó la importante cantidad de 18 millones de pesetas.

Todo eso sucedió coincidiendo con la visita del Moscardó a Heliópolis. Pero no fue menos relevante lo ocurrido en la visita verdiblanca a Madrid en la segunda vuelta. Algo que se produjo el domingo 21 de febrero de 1971, cuando el Real Betis ya era líder destacado en la tabla clasificatoria y el equipo madrileño, claro colista.

Partido grande para los locales, que se concentraron por primera vez en lo que iba de temporada. Pagaron los socios, hubo un lleno por todo lo alto y la taquilla resultó particularmente reparadora para las arcas del modesto club de Usera. Pero, eso sí, jugar costó trabajo porque el terreno de juego era? ¡de tierra! El único en toda la categoría que no tenía hierba. 

El campo del Moscardó se llamaba "Gabino Jiménez" y acogía 13.000 localidades de pie y apenas mil con asiento. Una instalación muy modesta con el piso duro como una piedra y con un bote del balón desconcertante y, a veces, diabólico.

Así lo refiere el capitán bético aquella mañana, Paco Telechía, quien recuerda que "los jugadores queríamos jugar con tacos cortos de goma, pero el entrenador, Antonio Barrios, nos obligó a colocarnos tacos largos de hierro, como los llamábamos entonces. El campo era durísimo y aquello fue insoportable. Al terminar el partido todos teníamos ampollas en los pies".

También fue titular ese día un joven Javier López (20 años y sólo cuatro encuentros con el Betis), quien coincide con Telechía en que "la pelota no se podía controlar. Era una sensación rarísima desplazar el balón sin saber cómo iba a botar. Algo tremendo"

Así las cosas, el partido acabó 0-0. Quizá no se podía aspirar a más. Un punto que se dio por bueno, ya que permitía mantener la ventaja en el liderato con una jornada menos.

Aquel choque lo dirigió el cántabro Victoriano Sánchez Arminio, quien llegaría a ser un prestigioso colegiado en Primera División y, más tarde, presidente nacional de los árbitros, y las alineaciones fueron las siguientes:

CDC Moscardó: Valbuena; Michel, Flores, Laborda; Ramírez, Asenjo; Villaverde, Domínguez, Gómez (Rodri, m.64), Ramón y Sánchez Barrios.

Real Betis: Campos, Telechía, Díaz, Cobo; Irizar, Frigols; Macario, López (Mellado, m.45), Machicha (Torrens, m.63), González y Benítez.

Es muy probable que este fuera el último partido de Liga que el Real Betis haya jugado un terreno de tierra, en un campo sin césped. Así lo creen los jugadores de aquella época, quienes vivieron en los años siguientes un progresivo mejoramiento de las condiciones de los campos hasta llegar a la espléndida situación actual.

El CDC Moscardó, por su parte, bajó de nuevo esa temporada a Tercera y no estrenó la hierba en su campo hasta 1975. En la actualidad juega en la Preferente madrileña y sigue siendo el equipo de Usera, convertido hoy en el barrio chino de Madrid.